Las personas que han recibido la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 podrían necesitar una tercera dosis de refuerzo entre seis y doce meses posteriores a la segunda inyección.
Así lo estimó el director ejecutivo del laboratorio Pfizer, Albert Bourla, quien además pronosticó que es probable que sea necesario aplicar el antídoto de forma anual, como ocurre con la gripe estacional.
“Probablemente se necesite una tercera dosis, entre seis y 12 meses, y luego, a partir de ahí, habrá una revacunación anual. Pero todo eso debe confirmarse”, dijo Bourla.
En declaraciones a la CNBC, el ejecutivo indicó que “las variantes jugarán un papel clave” en el desarrollo de los escenarios futuros. “Es extremadamente importante reducir el grupo de personas que pueden ser susceptibles al virus”, aseguró.
Las declaraciones de Bourla se suman a las de Alex Gorsky, director ejecutivo de Johnson & Johnson, quien también había estimado que la vacuna contra el COVID-19 podría ser anual.
Aunque los investigadores todavía están determinado cuánto tiempo dura la inmunidad que otorgan las vacunas, tanto Pfizer como Moderna han estimado que al menos se extiende durante seis meses.
Pfizer y BioNTech habían adelantado en febrero de 2021 que estaban probando una tercera dosis de su vacuna anti-COVID-19 para comprender mejor la respuesta inmune contra nuevas variantes.
La posibilidad de que las personas necesiten una tercera dosis es una tesis que también está ganando terreno en el gobierno de Estados Unidos, donde David Kessler, director científico de la Respuesta contra el COVID-19, reconoció que era un escenario probable.
“Parece fuerte, pero hay algo de declive y sin duda las variantes desafían […] Creo que con fines de planificación, solo con fines de planificación, creo que deberíamos esperar que tengamos que impulsar [más vacunas]”, afirmó.