La propagación del COVID-19 ha provocado un fuerte aumento en la venta de oxímetros de pulso, los pequeños dispositivos electrónicos que miden cuánto oxígeno está
Los aparatos miden la saturación de oxígeno en los glóbulos rojos, con un rango normal que generalmente oscila entre 95 y 100 por ciento al nivel del mar (más bajos a mayor altitud).
Un número distinto –eventualmente- podría indicar un problema de salud, como una enfermedad pulmonar obstructiva crónica o neumonía.
La saturación de oxígeno también ha sido considerada como una evidencia indicativa para diagnosticar casos de COVID-19, ¿pero es necesario contar con estos dispositivos en casa?
¿Realmente lo necesita?
El neumólogo del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio y director del Centro Estatal de Asma de Ohio, Jonathan Parsons, explica que en algunas ocasiones es necesario realizar un seguimiento, como en pacientes que tienen una enfermedad pulmonar crónica importante o que dependen del oxígeno.
“Pero esto es parte de su mayor plan de atención supervisado por un médico”, advirteen un blog en la Universidad de Ohio.
Según especialista, un oxímetro de pulso “puede ayudarlo a sentir cierto control sobre su salud, es un número que puede ver y comprender con bastante facilidad, (pero) no cuenta una historia completa”, enfatizó.
¿Qué dice de una enfermedad?
Parsons considera que muchas personas no se sienten en buenas condiciones de salud, a pesar de tener excelentes niveles de oximetría de pulso. O la inversa. «En el hospital, no usamos un oxímetro de pulso como la única medida de salud, y usted tampoco debería hacerlo”, afirma.
A juicio del especialista, es mucho más relevante prestar atención a los síntomas, como sentirse gravemente enfermo o si presenta dificultades para respirar.
“Ciertos niveles de oximetría de pulso pueden ser motivo de preocupación. Si tiene un oxímetro de pulso y encuentra que sus números están por debajo de 90, probablemente debería ser visto por un médico”, precisa.
Para la Universidad de Berkeley si bien los modelos domésticos no son totalmente efectivos, para controlar una enfermedad. “Es mejor usar un oxímetro de pulso como herramienta de monitoreo cuando está enfermo, no como una medida de que las cosas están bien o mal con su salud”, indica el Departamento de Salud de la Universidad de Berkeley.
¿Podrá controlar la obsesión?
Parsons señala que a los pacientes les resulta demasiado fácil obsesionarse con los oxímetros. “Algunos mantienen registros de sus niveles y dibujan gráficos y cambios en los gráficos que realmente no son relevantes para su salud general. Si me dice que su nivel de oxígeno suele ser 97, pero ahora está en 93, ¿qué significa eso? En el vacío, nada”, detalla.
Si finalmente decide comprar uno…
Si finalmente decide comprar uno, la Universidad de Berkley entrega las siguientes recomendaciones:
- Comprar uno que esté autorizado o aprobado por la FDA. Un estudio de 2016 reveló que seis oxímetros no aprobados tenían lecturas muy inexactas.
- Los precios varían generalmente entre $25 dólares a $ 100 dólares, pero un modelo básico que mide los niveles de pulso y oxígeno funciona como un modelo de gama alta.