Una de las recomendaciones fundamentales que han dado las autoridades médicas para las personas que utilizan mascarillas de tela, es que para que éstas sean seguras deben lavarse con frecuencia, de lo contrario la efectividad de su protección se desvanece.
Por eso, llamó la atención una publicación en Instagram de la farmacéutica y analista médica española Marisa García Alonso, quien demostró que en la mascarilla pueden aparecer bacterias como staphylococcus, streptococcus, neiserias y bacillus, con lo que no habría un cuidado preciso contra el COVID-19.
La prueba ha consistido en cultivar en pequeñas placas de Petri los microorganismos de las mascarillas reutilizadas.
https://www.instagram.com/tv/CCwb0ZfqMjS/?utm_source=ig_embed
García Alonso sostiene que, «está claro que debemos lavar las mascarillas, desinfectarlas de vez en cuando y cambiarlas si es posible con relativa frecuencia. Las bacterias que aparecen no son patógenas por sí mismas, pero podrían convertirse en patógenas oportunistas si se ven muy aumentadas debido a que están creciendo en abundancia en las mascarillas húmedas con nuestro aliento…».
Sobre la forma de lavar las mascarillas de tela, existen algunas recomendaciones:
- Dejar reposar las mascarillas de tela en agua hirviendo durante al menos cinco minutos.
- Usar la lavadora, pero en este caso en un ciclo de lavado con agua caliente a 60ºC.
- remojar las mascarillas durante cinco minutos en una solución de 20 ml de lejía comercial por cada litro de agua caliente.
- Después de lavada, esperar al menos dos días para volver a ocuparla, para asegurarse de que salgan las bacterias.
- La recomendación es guardar la mascarilla en un ‘tupper’ de plástico o una bolsa de plástico con cierre.