El 18 de abril, y en una medida que causó revuelo a nivel internacional, las autoridades de Israel suspendieron el uso obligatorio de mascarillas en sitios públicos.
Esta acción formó parte de un intento del Gobierno israelí de reducir de manera gradual las medidas sanitarias adoptadas por la pandemia de coronavirus.
Ahora se preparan para un paso más importante. El 1 de junio, y con 60 por ciento de la población vacunada, esta nación de Medio Oriente se alista para levantar todas las restricciones.
A comienzos de enero, el país vivió su peor momento de la pandemia, cuando se detectaron casi 60,000 casos positivos. Esta cifra se redujo de manera drástica la semana pasada, ya que el mismo número apenas alcanzó los 222 casos en total.
Luego de que se cancelara el uso obligatorio de la mascarilla, el Gobierno israelí se comprometió a “volver a la normalidad” si en las siguientes semanas no se produce un rebrote importante.
Por ahora, los habitantes dejaron el confinamiento riguroso y regresaron a las actividades al aire libre, motivados, en particular, por el buen clima que hay en el territorio.
Esto ha generado una sensación de confianza entre las personas y, por lo mismo, el proceso de vacunación se ha detenido luego de llegar a 60 por ciento. Básicamente, la gente dejó de vacunarse.
El mundo entero tiene los ojos puestos sobre lo que ocurre en Israel, en especial tras el anuncio de levantar todas las restricciones sanitarias. ¿Será recomendable hacerlo cuando la tasa de vacunación solo llega a 60 por ciento? El tiempo y la situación sanitaria darán la respuesta.