Una situación de riesgo inminente es lo que tiene en alerta al condado de Long, luego de que la Cámara de Comercio de ese pueblo celebrara su desfile anual de Navidad el jueves 10 de diciembre en Ludowici, Georgia, Estados Unidos.
Resulta que el momento que debía de convertirse en celebración con un risueño Santa Claus podría terminar en tragedia, ya que los más de cincuenta niños que estuvieron en el regazo del barrigón de barba blanca no sabían que Papá Noel era COVID-19 positivo.
El diario USA Today explica bien cómo se desarrolló el suceso que tiene a varios de los habitantes del condado de Long asustados por pasar una de sus peores fiestas de fin de año.
En un aviso publicado el lunes en el sitio web de la Junta de Comisionados del Condado de Long, el presidente de esta organización Robert D. Parker confirmó las pruebas positivas y dijo que ni Santa ni la Señora Claus mostraron ningún síntoma durante el evento.
«Se deben seguir las pautas de exposición adecuadas si su hijo estuvo expuesto, sin embargo, no creo que este incidente sea motivo de pánico», escribió.
El mismo presidente de la junta mandó a sus dos hijos a sacarse la fotografía de rigor con Santa.
“Fue una gran asistencia de nuestros funcionarios públicos y creo que hablo en nombre de la mayoría de ellos al decir que todavía mantenemos la decisión de seguir adelante con estas tradiciones navideñas y de traer algo de normalidad a estos tiempos difíciles”, sostuvo en su defensa.
Este es un ejemplo macabro de como incluso las cosas que antes parecían más inofensivas, hoy son sinónimo de peligro latente.