Ahora sí se puede decir que el coronavirus está, prácticamente, en todo el planeta. Autoridades chilenas han informado de un brote en la base militar que aquel país mantiene en la inhóspita Antártida, precisamente el único continente que hasta ahora se mantenía libre del virus.
De acuerdo con la propia institución, más de 30 funcionarios de la base antártica presentaron síntomas asociados al COVID-19, por lo cual se decidió evacuarlos.
Ellos fueron sometidos a un control médico y se les tomó una prueba PCR, lo cual terminó confirmando los contagios.
“Treinta y seis hombres resultaron ser positivos para COVID–19, de los cuales 26 corresponden a efectivos del ejército y 10 son civiles de una empresa contratista que se encontraba realizando trabajos de mantenimiento programados en la base antártica”, señala un comunicado de la institución.
El ejército chileno también informó que todos los afectados se encuentran aislados y son monitoreados frecuentemente, “logrando hasta el momento contar con un diagnóstico favorable y sin ningún tipo de complicación asociada al COVID-19”.
Personal uniformado cree que el brote se habría originado luego de la visita a la base del buque Sargento Aldea, que llevó a cabo labores de logística entre el 27 de noviembre y el 10 de diciembre.
Menos de una semana después, se detectaron tres casos positivos entre los tripulantes, por lo cual se procedió a poner en cuarentena a los miembros de la embarcación.
Según la información oficial, los afectados también se encuentran en buenas condiciones de salud y están cumpliendo con los protocolos sanitarios correspondientes.