En un estudio inédito, el Gobierno del Reino Unido infectará con SARS-CoV-2 a cerca de un centenar de voluntarios sanos con el objetivo de analizar a detalle el comportamiento y la evolución del virus.
En un entorno seguro y controlado, el ensayo denominado Desafío Humano expondrá al virus a 90 personas de 18 a 30 años que no presenten patologías previas de otra naturaleza.
El estudio tiene como objetivo establecer la cantidad más pequeña de virus necesaria para causar una infección. Además, busca sondear la respuesta inmunitaria del cuerpo y explorar cómo se transmite el virus entre personas.
La investigación, impulsada por el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial (BEIS), ya cuenta con la aprobación del organismo de ética de ensayos clínicos.
Según el BEIS, los participantes serán monitoreados por médicos y científicos las 24 horas luego de su exposición al virus.
El organismo aseguró que se utilizará la variante del virus que circulaba en el Reino Unido en 2020, en lugar de las que han surgido recientemente.
El grupo etéreo de entre 18 y 30 años es considerado el segmento con menor riesgo de complicaciones derivadas del coronavirus, por lo que estudio se ha centrado en este grupo.
Acelerar desarrollo de vacunas
Tras el estudio inicial, las vacunas candidatas que han demostrado ser seguras en los ensayos clínicos, se podrían administrar a un pequeño número de voluntarios con el objetivo de identificar cuáles son las más efectivas y acelerar su desarrollo.
“Queremos encontrar las mejores y más efectivas vacunas para su uso a largo plazo. Estos estudios de desafíos humanos se llevarán a cabo en el Reino Unido y ayudarán a acelerar el conocimiento de los científicos sobre cómo el coronavirus afecta a las personas y, eventualmente, podrían promover el rápido desarrollo de vacunas”, afirmó el secretario británico de Negocios, Kwasi Kwarteng.
Aunque las pruebas de Desafío Humano no son nuevas –se han usado para otras enfermedades–, se trata de la primera vez que se llevan a cabo con el COVID-19.