Estados Unidos comienza a decirle adiós a la pandemia, a juzgar por algunas de las nuevas medidas publicadas por el Centro de Control de Enfermedades del país.
Estas medidas levantan algunas restricciones para las personas que ya están vacunadas. Quienes ya tengan las dos dosis (o una o hasta tres, dependiendo de la vacuna), pueden reanudar sus actividades normales, no utilizar mascarillas ni tampoco respetar la distancia social, excepto en lugares específicos donde se indique lo contrario.
De la misma manera, quienes lleguen a Estados Unidos y que ya cuenten con vacunación, no deberán entrar a cuarentena pero sí será obligatorio que se hagan un test de COVID-19 hasta cinco días después del fin del viaje.
También, en relación con los viajes, se seguirá exigiendo el uso de mascarillas dentro de los aviones o autobuses, ya sea para viajeros internacionales o para los que se muevan dentro del país. Los extranjeros tendrán que pasar por un test dentro de los primeros cinco días, además de presentar documentación que demuestre que se recuperaron de COVID-19 durante los últimos tres meses, si ese fuera el caso.
En tanto, quienes no se han vacunado aún deberán seguir tomando todas las precauciones necesarias. Eso implica uso obligatorio de mascarilla, distancia social, evitar los lugares con muchas aglomeraciones o mal ventilados, y lavarse las manos con frecuencia.
De acuerdo a Associated Press, las nuevas recomendaciones para la gente que ya se ha vacunado sirven también como una manera de resaltar los beneficios de las vacunas y que así la gente que todavía está rezagada lo pueda hacer sin demora.
Sin embargo, estas medidas han sido refutadas por algunos sindicatos y organizaciones, que aseguran que los comercios y negocios locales no tendrán manera de distinguir entre quienes se han vacunado y quienes no.