Google enfrenta la ira de algunos de sus empleados que no quieren vacunarse contra el coronavirus, ya que cientos de trabajadores comparten un manifiesto en el que protestan y rechazan las vacunas obligatorias.
Actualmente, los empleados de Google trabajan de manera remota, pero el regreso a las oficinas está planificado para los primeros días de enero. La compañía, en un correo enviado a todo su personal, solicitó que para el regreso al trabajo presencial los empleados ya deberán tener su esquema de vacunación completo y así cumplir con la orden federal del Gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, alrededor de 600 empleados han firmado una carta en la que se oponen a esta orden. Y no solo se eso, sino que también le piden a los jefes de Google que den marcha atrás con la idea, porque no es inclusiva para todos los empleados.
La carta además incentiva a los trabajadores a que se opongan y que, si ya habían decidido no vacunarse, que no cambien esa decisión por causa de la orden.
De cualquier manera, las 600 personas que han firmado la carta son un porcentaje muy bajo de empleados, pues en Google trabajan más de 150,000 personas. La compañía ha reafirmado que su política no cambiará, pues es la única manera de mantener un entorno de trabajo seguro para todos los que regresen a las oficinas.
Esta política se enmarca en la exigencia de vacunación de la administración estadounidense para todas las compañías privadas que cuenten con más de 100 empleados. Quienes no quieran vacunarse tendrán que someterse a pruebas semanales para comprobar que están libres del virus.