Las medidas de distanciamiento social adoptadas producto de la pandemia de coronavirus han logrado salvar millones de vidas. Así lo estableció un análisis efectuado por expertos internacionales reunidos en el proyecto Covid Compass.
En total, 7.9 millones de personas siguen vivas, la mayoría de ellas en China (7.2 millones). Con cifras actualizadas para mediados de abril de 2020, las prohibiciones de salir de casa evitaron la muerte de 73,000 personas en España y otras 65,000 en Estados Unidos.
Si los gobiernos estatales no hubiesen cerrado escuelas, cancelado eventos públicos y confinado a las personas en sus hogares desde mediados de marzo, Estados Unidos habría lamentado cuatro veces más de los fallecimientos registrados.
La agencia SINC informó que el colectivo responsable del estudio fue coordinado por el español Carlos Duarte desde la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST) de Arabia Saudita. Su metodología se ha basado en un modelo SIR (con casos susceptibles, infectados y recuperados) desarrollado por el profesor David I. Ketcheson.
“Se han tenido en cuenta el número de muertes diarias contabilizadas en cada país y estado por la Universidad Johns Hopkins y The New York Times, considerando los datos de población globales que facilita las Naciones Unidas”, explicó.
SINC agregó que “los resultados sobre tasas de mortalidad, período infeccioso medio y ritmo reproductivo de la infección se basan en multitud de artículos científicos, informes y bases de datos. Incluyen, por ejemplo, análisis de los pacientes del crucero Diamond Cruise (que estuvo casi un mes en cuarentena cerca de Tokio), registros del primer brote en Wuhan, la propagación del virus en países europeos y excesos de mortalidad detectados en España, Italia y Nueva York”.
Carlos Duarte señaló a la agencia que “el modelo predice, a partir de la cifra de muertes reportadas, el número de nuevas infecciones y fallecimientos, pero también se incluyen de forma empírica los efectos de distintas intervenciones de confinamiento para ver cómo influyen sobre las tasas de mortalidad”.
El modelo calcula esas tasas teniendo en cuenta las estimaciones actuales de mortalidad de personas infectadas, que actualmente es 0,006; es decir, que 0,6 por ciento de las personas contagiadas fallecen, fundamentó SINC.
“Estamos trabajando en el desarrollo de este y otros modelos para su publicación en revistas científicas, pero ya permiten calcular el número de vidas que se han salvado (o muertes evitadas) hasta la fecha gracias a las medidas de confinamiento en relación a nuestra predicción de mortalidad y a lo que hubiera ocurrido si no se hubieran adoptado”, apuntó Duarte.
En cualquier caso, recalcó el experto, las vidas que se han salvado se podrían perder más adelante de no mediar soluciones, como terapias efectivas o estrategias de salida inteligentes que reduzcan la tasa de mortalidad.
Su colega David I. Ketcheson subrayó que la estrategia de aplanar la curva reduce la propagación del virus a corto plazo, pero implica una epidemia más prolongada, con un número similar de personas posiblemente infectadas al final.
Haciendo un llamado a la cautela, advirtió que “a menos que desarrollemos rápidamente estrategias inteligentes a largo plazo y un tratamiento más efectivo para los casos graves de COVID-19, es posible que solo hayamos pospuesto muchas de estas muertes», advirtió.