La Agencia Internacional de Energía (AIE) auguró una disminución sin precedentes de las emisiones globales de dióxido de carbono para 2020 producto de las medidas para frenar la epidemia.
Según su más reciente informe, cruzado por los efectos de la pandemia de coronavirus, la merma será de alrededor de 8 por ciento, debido a la brusca caída en la demanda de energía.
Cada mes con medidas extraordinarias de aislamiento social, reduce la demanda anual de energía en un 1,5 por ciento, de acuerdo con las estimaciones del organismo.
«La industria energética que emerja de esta crisis será significativamente diferente de la anterior», dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, en un comunicado que citaron medios como Bloomberg.
En su rol de asesor gubernamental en políticas energéticas, el organismo planteó que es probable que la demanda caiga 6 por ciento en 2020, lo cual equivale a siete veces el retroceso sufrido por la crisis financiera de 2008.
“En términos absolutos, es como perder la demanda de energía de la India. Los países ricos mostrarán una disminución más pronunciada, con Estados Unidos cayendo 9 por ciento y la Unión Europea perdiendo 11 por ciento”, ejemplificó.
Basándose en lo expuesto por la AIE, Bloomberg subrayó que el retroceso en el uso de fuentes convencionales, como el petróleo, el carbón, el gas natural y incluso la nuclear, contrastará con el auge de las energías renovables.
El informe agregó que los productores de energía solar, eólica e hidráulica podrán ahora vender toda su producción y que algunos parques solares y eólicos se han beneficiado durante la cuarentena de “condiciones más ventosas y soleadas que las normales”.
“Con el impulso que reciban las energías renovables durante 2020, el liderazgo se extenderá, dejando a las fuentes bajas en carbono responsables del 40 por ciento de la generación mundial de electricidad”, agregó.
Más vida
El confinamiento también ha sido provechoso para la calidad de vida, según el Centro Finlandés de Investigación sobre Energía y Aire Limpio.
Gracias a las restricciones tendientes a evitar la propagación del virus, se evitaron más de 11,000 muertes en 30 días por afecciones broncopulmonares solamente en Europa.
La conclusión se basa en el análisis de la cantidad de partículas finas en 200 estaciones de monitoreo de todo el continente durante abril, informó la Radio Televisión Belga de la Comunidad Francesa (RTBF).
El trabajo determinó que se evitaron 2.000 muertes en Alemania, 1.700 en el Reino Unido, 1.500 en Italia y 250 en Bélgica. Se trata del equivalente a que toda Europa hubiese dejado de fumar durante un mes.
«Hemos tenido una gran disminución en el consumo de carbón y petróleo, una caída sin precedentes en Europa, que son los factores clave en la contaminación del aire en el continente. Esta es la razón de esta caída vertiginosa de la contaminación. Sabíamos que las medidas de contención tendrían un impacto significativo en la calidad del aire, pero nos sorprendió el beneficio del exceso de mortalidad», explicó la investigadora Lauri Myllyvirta.