Las partículas que contaminan el aire son portadoras de cargas de SARS-CoV-2, según lo descubrió un estudio efectuado en Italia por la Universidad de Bolonia, cuyos resultados preliminares fueron divulgados por el periódico británico The Guardian.
Los expertos aún deben dilucidar si dichos rastros de coronavirus siguen activos o si la cantidad es suficiente para causar COVID-19.
“Los científicos utilizaron técnicas estándar para recolectar muestras de contaminación del aire exterior en un sitio urbano e industrial en la provincia de Bérgamo e identificaron un gen altamente específico en múltiples muestras. La detección se confirmó mediante pruebas en un laboratorio independiente”, informó el medio.
El investigador Leonardo Setti sentenció que ahora es importante dilucidar si el virus podría transmitirse más ampliamente por el material particulado que contamina el aire. «Soy científico y me preocupa no saberlo. Una vez que lo sepamos, podemos encontrar una solución. De lo contrario, solo podemos sufrir las consecuencias», fundamentó.
The Guardian añadió que “un análisis estadístico realizado por el equipo de Setti sugiere que niveles más altos de contaminación de partículas podrían explicar tasas más altas de infección en partes del norte de Italia antes de que se impusiera un bloqueo, una idea respaldada por otro análisis preliminar. La región es una de las más contaminadas de Europa”.
Esos sí, ninguno de estos estudios fue todavía revisado por pares y, por lo tanto, avalado por científicos independientes. Sin embargo, coinciden en que su propuesta es plausible y requiere atención.
“Estudios anteriores han demostrado que las partículas de contaminación del aire albergan microbios y que es probable que la contaminación haya transportado los virus que causan la gripe aviar, el sarampión y la fiebre aftosa a distancias considerables”, añadió la versión de prensa.
El potencial rol de las partículas en el aire contaminado está relacionado con cómo se transmite el coronavirus. Según el reporte, “grandes gotas cargadas de virus de la tos y estornudos de las personas infectadas caen al suelo en un metro o dos. Pero las gotas mucho más pequeñas, de menos de cinco micras de diámetro, pueden permanecer en el aire incluso por horas y viajar más lejos”.
The Guardian recordó que si bien no se ha comprobado con el COVID-19, el coronavirus responsable del síndrome respiratorio agudo grave (SARS) sí viajó por el aire en 2003.
“Pequeñas gotas entre 0.1 y 1 micrón pueden viajar más cuando se unen con partículas de contaminación de hasta 10 micrones que por sí solas. Esto se debe a que la partícula combinada es más grande y menos densa que la gota y puede permanecer flotando por el aire por más tiempo”, de acuerdo con la versión de Setti.