La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) encontró un posible vínculo entre la vacuna anti-COVID-19 de Johnson & Johnson y los casos aislados de coágulos en pacientes que han recibido el antídoto del laboratorio estadounidense.
De cualquier manera, la EMA reafirmó que los beneficios de las vacunas son superiores a los riesgos. Así mantuvo la postura que había adoptado con relación a la vacuna de AstraZeneca y Oxford, que también ha sido vinculada a casos de trombosis.
El comité de seguridad del organismo llegó a la conclusión de que es necesario que se advierta en las etiquetas de las vacunas sobre este posible efecto secundario, tal como se le solicitó a AstraZeneca.
Según el análisis de la EMA, todos los casos de coágulos se registraron en adultos menores de 60 años, en su mayoría mujeres, dentro de las tres semanas posteriores a la vacunación con la inyección de dosis única de Johnson & Johnson.
La EMA, que analizó ocho informes de casos en Estados Unidos, dijo que, al igual que la vacuna de AstraZeneca, la mayoría de los casos de coágulos se produjeron en el cerebro y el abdomen.
“Una explicación plausible para la combinación de coágulos sanguíneos y plaquetas bajas es una respuesta inmune, que conduce a una condición similar a la que se observa a veces en pacientes tratados con heparina”, señaló un informe citado por la agencia Reuters.
Las agencias de Estados Unidos recomendaron detener la aplicación de la vacuna de Johnson & Johnson después de que se registraron seis casos de mujeres que presentaron coágulos poco frecuentes tras ser inoculadas.
Para la Unión Europea, la situación de Johnson & Johnson supone otro obstáculo en su campaña de inmunización, luego de que varios países suspendieran el uso de la vacuna de AstraZeneca.