Peter Hotez, médico reconocido y científico estadounidense, lanzó al mundo lo que parece una advertencia: es necesario investigar sobre los orígenes del COVID-19, pues existe el riesgo de que en poco años la pandemia se repita y aparezcan un COVID-26 y COVID-32.
Al hablar con el canal de televisión NBC, Hotez indicó que podría haber nuevas pandemias a menos que “entendamos por completo los orígenes del COVID-19”. Y a su juicio, esto último es algo absolutamente crítico.
Hotez también cree que Estados Unidos debe lanzar una investigación in situ con un equipo multidisciplinario de científicos, biólogos y hasta especialistas en murciélagos para que se den cita en Wuhan durante al menos seis meses, hasta llegar al fondo del asunto.
Pero lo anterior podría suponer un problema político, porque básicamente implicaría que China abra sus puertas a occidente y, al mismo tiempo, reconozca su responsabilidad en el origen del COVID-19. Y de acuerdo a Peter Hotez, sin “acceso total” a la región de Hubei en China, será difícil descubrir cómo es que el coronavirus se transformó en una pandemia global.
“Habrá que poner mucha presión sobre China”, cree Hotez. “Esto incluye posibles sanciones, pero todo con el fin de permitir que virólogos y epidemiólogos puedan tener acceso a animales, gente y muestras”. El objetivo es poder estudiar en detalle la población de murciélagos para lograr dar con la clave del origen del virus.
En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud realiza diversas investigaciones sobre el COVID-19 y hasta ahora no se ha descartado ninguna hipótesis. Eso sí, se cree que hay algunas muy improbables debido a la evidencia actual, entre ellas la idea de que el coronavirus escapó de un laboratorio (y que Facebook no borrará si la publicas).