El COVID-19 ha dejado muchas mutaciones a lo largo de su paso por el mundo y la enfermedad original que salió de Wuhan seguramente no es la misma que ha estado haciendo estragos en Latinoamérica y en Estados Unidos.
Un grupo de científicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos en Nuevo México y la Universidad de Duke en Carolina del Norte, se asociaron con el grupo de investigación Covid-19 Genomics UK de la Universidad de Sheffield para analizar muestras de genoma y determinaron que la cepa llamada ‘D614G’, hace un cambio pequeño, pero efectivo en la glucoproteína ‘espiga’ que sobresale de la superficie del virus, que utiliza para ingresar e infectar células humanas y es la más prevalente hoy en contagios mundiales.
El estudio, publicado este 2 de julio en la revista Cell, muestra que la variación es más infecciosa en cultivos celulares que en condiciones de laboratorio.
El doctor Thushan de Silva, profesor clínico principal en enfermedades infecciosas de la Universidad de Sheffield, dirigió el análisis de los datos y señaló sobre esta variante del COVID-19 que «Los datos proporcionados por nuestro equipo en Sheffield sugirieron que la nueva cepa estaba asociada con mayores cargas virales en el tracto respiratorio superior de pacientes con Covid-19, lo que significa que la capacidad del virus para infectar a las personas podría aumentar. Afortunadamente en esta etapa, no parece que los virus con D614G causen una enfermedad más grave».
Por su parte, la doctora Bette Korber, del Laboratorio Nacional de Los Alamos en Nuevo México, fue la autora principal del estudio. Para ella «es posible rastrear la evolución del SARS-CoV-2 (COVID-19) a nivel mundial porque los investigadores de todo el mundo están haciendo que sus datos de secuencias virales estén disponibles rápidamente a través de la base de datos de secuencias virales GISAID (iniciativa científica global con sede en Munich, sin fines de lucro). Actualmente, decenas de miles de secuencias están disponibles a través de este proyecto, y esto nos permitió identificar la aparición de una variante que se ha convertido rápidamente en la forma dominante a nivel mundial».
Para este 2 de julio las cifras oficiales contabilizaban 10.9 millones de contagios en el mundo y más de 520,000 muertes.