“Si alguien me pregunta qué Samsung Galaxy s21 debe comprarse, no dudaría en recomendarle este modelo”
- Diseño bonito
- Pantalla excelente
- Rendimiento fluido
- Cámaras muy resolutivas
- No incluye cargador
- Modo HDR no es manual
- Autonomía un poco justa
Aunque tardó un poco más de lo habitual, finalmente se completó la gama de teléfonos Galaxy S21. La compañía nos permitió tener en nuestras manos el Samsung Galaxy S21 FE, la versión más económica de sus últimos celulares insignia.
Este dispositivo tiene muchas características en común con los modelos superiores, pero su precio es mucho más bajo ($699 dólares para la versión más económica), por lo que tiene algunas limitaciones.
¿Quieres saber qué te ofrece el nuevo Samsung Galaxy S21 FE? Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas tener en cuenta sobre este modelo.
Diseño: todo sigue igual
Si te gustaba el diseño del Samsung Galaxy S21 Plus y del Samsung Galaxy S21 Ultra, estarás muy contento con el de este celular, pues nada ha cambiado en ese sentido. Sus dimensiones son de 155.7 x 74.5 x 7.9 mm, mientras que su peso es de solo 177 gramos, por lo que es un dispositivo que se puede manejar con facilidad y sostener durante mucho rato sin que se canse nuestra mano.
Su trasera está acabada en un material mate que hace que no se resbale nada y que además impide que se llene de huellas. La unidad que probé es la de color verde oliva; en lo personal, me parece muy bonito y original, como sucedía con el Samsung Galaxy A52 5G de color morado.
En cuanto a la pantalla, este modelo incorpora un panel Dynamic AMOLED 2x de 6.4 pulgadas y resolución FullHD+ (2,400 x 1,080 pixeles). Además, ofrece una tasa de actualización máxima de 120 Hz con la que las animaciones y transiciones por el menú son más fluidas, aunque eso sí, consume mucha más batería.
Lo recomendable es que, ya que la tasa de actualización en este teléfono no es dinámica, si vas a darle un uso diario regular es mejor tenerla siempre a 60 Hz. La pantalla ofrece una muy buena experiencia y los modos de calibración predeterminados que tiene (especialmente en modo natural) permiten una visualización excelente. No obstante, los colores se ven un tanto saturados, sobre todo en modo intenso.
El nivel de brillo máximo es correcto incluso en exteriores con luz solar incipiente, así que nunca tuve problemas para ver la pantalla al ir por la calle.
El sensor de huellas está bajo la pantalla y su tecnología ultrasónica es la misma que en los modelos superiores. En general, este sensor responde de manera rápida y precisa, y en mi tiempo de uso no he tenido ningún problema para desbloquear el teléfono, ni siquiera con los dedos mojados por la lluvia.
Potencia sin límite
Este modelo llega con el que hasta hace muy poco era el procesador más potente de Qualcomm, el Snapdragon 888, y como era de esperar su rendimiento es impecable. Durante el uso del día a día esta configuración interna fue más que suficiente tanto para realizar tareas habituales (navegar por internet, editar fotos, mandar correos, mensajería instantánea…) como otras mucho más exigentes, como realizar multitarea o jugar títulos de alta demanda como el habitual Asphalt 8.
La capa de personalización del dispositivo es OneUI 4.0. sobre Android 12. Lo que más me gusta de este software frente al de otros fabricantes como Xiaomi o Huawei es que ofrece muchas opciones de personalización. Además, a pesar de que hay bloatware (apps de terceros preinstaladas), todas se pueden eliminar.
Respecto a la autonomía, la batería de este teléfono es de 4,500 mAh con sistema de carga rápida de 25 W, aunque no se incluye ningún cargador en la caja, por lo que no pude comprobar los tiempos de carga oficiales.
Lo que sí comprobé es la duración de la batería que, en lo personal, me resultó más que suficiente para llegar al día completo con un uso bastante intenso, incluso con la pantalla en 120 Hz, pero no puede pasar una jornada más sin cargarlo.
Cámaras: una grata sorpresa
Este teléfono cuenta con una configuración de cámaras más modesta que la de sus hermanos mayores, sin embargo, los resultados obtenidos me gustaron mucho. Las cámaras son una principal de 12 MP, una ultra gran angular también de 12 MP y un teleobjetivo de 8 MP con zoom óptico de 3x. La cámara frontal es de 32 MP. Todas fueron capaces de resolver bastante bien en casi todo tipo de escenarios, aunque también encontré algunas limitaciones.
Con buena luz, el lente principal me dio unas fotos excelentes, sobre todo muy nítidas. Eso sí, encontramos una reproducción que, aunque casi siempre resulta muy natural, tiende en ocasiones a saturar un poco. El rango dinámico es bastante equilibrado, pero a veces quema un poco las luces más altas, como las del cielo. Como sucedía en los otros modelos, el HDR no se puede ajustar manualmente y esto es algo que me resulta muy molesto.
Los retratos con efecto bokeh sorprenden bastante. Tanto el desenfoque como el recorte son muy naturales y el nivel de nitidez vuelve a ser excelente. En el modo noche el teléfono también resuelve bastante bien, con las fuentes de luz contenidas y un nivel de nitidez acertado.
Por último, la cámara principal también ofrece unas selfies muy detalladas, brillantes y nítidas, aunque las que se realizan con bokeh no son tan buenas como con la cámara principal. Como puedes observar en la galería que acompañan este análisis, en este tipo de fotos el recorte es bastante artificial.
Conclusiones
Si alguien me pregunta qué Samsung Galaxy s21 debe comprarse, no dudaría en recomendarle este modelo. ¿Por qué? Porque tiene todo lo bueno de los modelos superiores por un precio mucho, pero mucho, más económico.
En términos de potencia es sobresaliente, y lo mismo sucede con su pantalla. Las cámaras son muy resueltas y en autonomía, a pesar de que no incluye el cargador, no tiene nada que envidiarle a sus hermanos mayores. Eso sí, este dispositivo sobresale para bien entre sus similares, pero tiene un duro pulso con algunos rivales del mercado actual que ofrecen también mucho, incluso por menos.