En la conferencia de desarrolladores I/O de esta semana, Google anunció la actualización de su “accesible” programa Google Cardboard. Esto es una excelente noticia para los usuarios de Android, que han visto con cierta envidia a los propietarios de los Samsung GearVR, y por contraposición, es una mala noticia para cualquier persona que ya haya invertido en ese equipo.
Esto se debe fundamentalmente a que el Daydream estándar de Google se ve tan robusto como el Oculus, y además, se ejecutará en una gama más amplia de dispositivos, dando más razones a los desarrolladores para trabajar con la mirada puesta en él antes que en Oculus.
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El número 20
Cuando se trata de construir una experiencia de realidad virtual, el número más importante es el 20. Los desarrolladores a menudo hablan de llegar a menos de 20 milisegundos en el movimiento de fotones, o el tiempo que transcurre desde que se mueve la cabeza a la actualización de la pantalla de HMD. En más tiempo que ése, el ojo humano comienza a notar un retardo entre el movimiento, vida real y pantalla, provocando disociación, e incluso mareos.
Esta es la razón por la cual todos los teléfonos habilitados para Daydream usarán algún hardware de gama alta y un software especial. Eso involucra pantallas de baja persistencia AMOLED, buffers de un solo cuadro en lugar de un búfer de reserva, y estabilizadores de visión
Estas son las más importantes características, y sabemos que ellas funcionan porque se encuentran ya —de una forma u otra— en el Samsung GearVR. Y las mismas características y efectos funcionarían de la misma manera en la visualización de Google. Aún así, todavía existen algunas incógnitas cuando se trata de Daydream. No estamos seguros de qué tipo de sensor hará un seguimiento a los auriculares, o con cuántos grados de libertad se hará un seguimiento. La resolución de pantalla mínima requerida es aún misterio, como lo es el rendimiento de su SoC (System-on-a-Chip).
Tu movimiento, Oculus
El mejor movimiento para Samsung y Oculus sería la de seguir la norma de Daydream y crear un nuevo GearVR con sólo esta especificación en mente. Samsung esta claramente metida en el juego, a juzgar por la promesa de Google de que el fabricante coreano sería uno de los primeros en tener teléfonos listos para el Daydream. Ahora, que Oculus quiera también entrar en el baile, es algo que está menos claro.
En este punto, Oculus ya se ha atrincherado en su propio ecosistema, y no parece probable que éste tenga alguna una posibilidad contra Daydream, una plataforma que ofrecerá soporte de hardware mucho más amplia, así como una mejor integración con el sistema operativo de Android.
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Sería inteligente por parte de Oculus abandonar sus sueños de controlar tanto la experiencia de software y de hardware, y centrarse sólo en esto último. Pero no creemos que aquello sea posible, ya que Facebook —dueño de Oculus— quiere tener todo bajo su control.