¿Alguna vez te has preguntado cuánta contaminación genera una hora de series o películas en streaming? Para Netflix y sus 203 millones de suscriptores en todo el mundo la pregunta es crucial, pues de esa métrica dependen los esfuerzos de la compañía por reducir su huella de carbono.
De acuerdo con Netflix, una hora de reproducción de series o películas consume tanta electricidad como un ventilador de techo funcionando por cuatro horas o un aire acondicionado de 1000 vatios encendido por unos 15 minutos. Los datos fueron proporcionados por la empresa de streaming gracias al mecanismo DIMPACT, una metodología para calcular la huella de carbono generada por las empresas dedicadas al sector del entretenimiento.
Daniel Schien, experto en ciencias de la computación por la Universidad de Bristol y uno de los responsables de la metodología DIMPACT, explica en una publicación de la revista Wired que el cálculo de la huella de carbono de Netflix contempla todos los procesos necesarios para que un contenido se transmita desde un centro de datos hasta una televisión. En pocas palabras, DIMPACT calcula cuánta energía consume todo el proceso de Netflix, incluido el gasto eléctrico del usuario final.
“Netflix o cualquier otro proveedor de servicios no pueden simplemente conectar un medidor a su infraestructura para saber cuánto carbono liberó a la atmósfera”, explica el investigador.
El indicador proporcionado por DIMPACT cobra relevancia no solo porque los servicios de streaming vieron un aumento en su uso debido a la pandemia de COVID-19 –hasta un 31 por ciento según estimaciones en el Reino Unido—, sino porque 60.2 por ciento de la electricidad que consumimos aún es generada a partir de combustibles fósiles como el carbón o el gas.