Durante muchos años, Amazon ha estado en la lista de compañías que más beneficios les da a sus empleados. Por lo menos esa es la imagen que nos ha presentado el CEO de Amazon, Jeff Bezos, quien fundó a la compañía en 1994. Sin embargo, en un nuevo artículo el periódico The New York Times describe la atmósfera en Amazon como «agresiva» e indica que la empresa está llevando a cabo un experimento para saber hasta que punto puede forzar a sus trabajadores de cuello blanco para lograr sus ambiciosos objetivos de expansión. Es decir, está jugando con los límites de sus trabajadores.
Según el artículo, Amazon expone a sus empleados a varias prácticas cuestionables como el destrozar las ideas de los demás en las reuniones, trabajar duro y tarde durante mucho tiempo y enviar emails de trabajo pasada la medianoche y luego exigir una respuesta si alguien se tarda en responder. El artículo recoge las experiencias de cien personas que han pasado un tiempo como empleados de Amazon. Por ejemplo, los periodistas comparten la historia de Bo Olson, quien pasó dos años en el departamento de Marketing de Libros, tiempo durante el cual Olson dice haber visto various compañeros de trabajo llorando en sus mesas. «Sales de la sala de reuniones y ves a un hombre adulto tapándose la cara. Casi a cada una de las personas con las que he trabajado las he visto llorar en sus mesas,» dijo Olson.
Como respuesta al artículo, Bezos ha escrito un comunicado a sus empleados en los que les anima a leer el texto y a compararlo con las condiciones actuales en Amazon. Según Bezos, el reporte de The New York Times «no describe el Amazon que conozco o el cariño de los ‘amazonians’ con los que trabajo cada día.» En su mensaje, Bezos también pide que le comuniquen cualquier incidente parecida a las experiencias en el artículo.
Quien piensas que dice la verdad, ¿los ex-empleados de Amazon o Bezos? Varios ejecutivos actuales de Amazon han salido a defender a la compañía, pero si se recuerdan Amazon ya había sido cuestionado en el pasado por las condiciones de trabajo que supuestamente impone a los trabajadores de sus centros de distribución.
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