El propósito es que los usuarios de ambos servicios podrán compartir sus canciones favoritas con sus amigos y seguidores. De esta forma, ganan ambas empresas. Por una parte, Rhapsody podrá ampliar su alcance mientras que Twitter podrá añadir música a su servicio de microblogging, ya que no tuvo tanto éxito con el fallido intento de lanzar un servicio de música el año pasado. Los artistas también ganarán dinero cada vez que su canción sea escuchada por alguien no suscrito al servicio de Rhapsody.
La múscia se compartirá a través de las tarjeteas de audio de Twitter. Rhapsody permitirá a los usuarios de Twitter escuchar su catalogo completo, el cual cuenta con más de 34 millones de canciones.
