A partir de este Domingo, 29 de noviembre a la media noche, la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) dará por finalizado el controversial programa de vigilancia telefónica. Es así como el programa verá su fin y será remplazado por otros métodos orientados a refinar la colección de datos e identificar posibles amenazas a la seguridad nacional de una manera más sistemática.
De ahora en adelante para poder acceder a los registros de llamadas, cualquier número que sea considerado sospechoso por los oficiales del gobierno, éstos deberán hacer una solicitud a la compañía telefónica. Ya NSA no podrá tener sus propios registros o acceder directamente a este tipo de información. Dichos registros, conocidos como metadatos, revelan información de los estadounidenses y sus llamadas telefónicas, identificando el número al que se está llamando, la hora de la llamada, pero no el contenido de la conversación.
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La medida es tomada por mandato de una ley aprobada por el Congreso hace seis meses, denominada USA Freedom Act (Ley de Libertad). Ésta representa, desde 11 de septiembre de 2001, el mayor cambio en lo que respecta a los métodos de espionajes implementados por los Estados Unidos.
El programa de vigilancia telefónica y toda la información relacionada con el mismo fueron hechos públicos en 2013 cuando Edward Snowden divulgó información clasificada sobre el sistemático espionaje a los ciudadanos estadounidenses por parte de la agencia gubernamental y además logró filtrar miles de documentos clasificados. Recordemos que Snowden es buscado por el gobierno de Estados Unidos por cargos de traición a la patria y se encuentra temporalmente asilado en Rusia.
Esta transición es una victoria para ciertos sectores, especialmente aquellos defensores de la privacidad y las empresas de tecnología que han estado bajo la vigilancia y cautela del Gobierno. Expresando su apoyo a las nuevas medidas, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Ned Price dijo que esta revisión “representa un compromiso razonable que nos permite continuar protegiendo a nuestro país mientras trabajamos por implementar diversas reformas”.
Por supuesto, no todos los miembros del Congreso están satisfechos con el cierre del programa de vigilancia telefónica. Por ejemplo el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y el candidato presidencial republicano, el senador Marco Rubio esperaban extender el programa de vigilancia hasta el 2017, citando la reciente alza en los ataques terroristas y la tragedia en París como prueba para más seguridad.
Los expertos en seguridad nacional – incluyendo James Clapper, de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional – parecen confiar en la siguiente fase de la inteligencia estadounidense. «Con la finalización del período de transición, la comunidad de inteligencia ha cumplido un importante compromiso presidencial», dijo Clapper, «esto permite a los profesionales de seguridad nacional mantener las capacidades y herramientas necesarias para continuar protegiendo el país, en la misma medida en que se fortalecen las libertades y la protecciones civiles que los estadounidenses valoran.»