El “pirateo” tuvo como principal objetivo las cuentas de correo electrónico de funcionarios rusos y estadounidenses, periodistas, empleados de servicios financieros y de otros negocios, aseguró Mary McCord, subsecretaria general adjunta de la División de Seguridad Nacional, a los periodistas congregados en Washington D.C. esta misma mañana.
En la conferencia de prensa se nombró a los oficiales del FSB (Servicio Federal de Seguridad de Rusia, algo así como la nueva KGB) Dmitry Aleksandrovich Dokuchaev, de 33 años, e Igor Anatolyevich Sushchin, de 43 años. Otros dos hombres fueron descritos como hackers, y fueron identificados como Alexsey Alexseyevich Belan, de 29 años, y Karim Baratov, un canadiense de 22 años con nacionalidad kazaja. Baratov ha sido detenido en Canadá, y Belan está ya en la lista de criminales cibernéticos más buscados por el FBI.
McCord aseguró que el papel de los espías rusos fue de «proteger, dirigir, facilitar y pagar» a Belan y a Baratov. “»Una vez más, el Departamento de Justicia y el FBI han demostrado que los piratas informáticos de todo el mundo pueden y serán expuestos, y sus acciones juzgadas”, aseguró.
Este hackeo en las cuentas de los usuarios de Yahoo ocurrió a finales de 2014, pero no salió a la luz pública sino hasta el pasado mes de septiembre, en plena ebullición de la campaña presidencial a la Casa Blanca. Fue la misma Yahoo quien reconoció esta intrusión masiva, realizando el anuncio tras acordar su venta a Verizon, una operación de 4.8 billones de dólares que —por lo demás— quedó en entredicho a raíz de estos hackeos.
Este procedimiento contra los piratas informáticos de Yahoo llega en un momento especialmente delicado de las relaciones entre EE.UU. y Rusia. El presidente Trump parece mantener una excelente relación con Putin, a la vez que desde la oposición demócrata —y otros sectores— se acusa al régimen ruso de haber interferido en los resultados de las elecciones del pasado mes de noviembre.
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