Los diminutos brazos del T-Rex, conocido por ser uno de los dinosaurios carnívoros más voraces durante la era Jurásica, contrastan con el enorme cuerpo de este.
Los científicos no lograban ponerse de acuerdo por qué este animal tenía extremidades tan ridículas, pero un nuevo estudio de la Universidad de California en Berkeley arroja nueva información.
El paleontólogo Kevin Padian lleva 20 años impartiendo un seminario para alumnos de primer año en esta universidad. Durante todo este tiempo se ha encontrado siempre con una pregunta recurrente: ¿por qué los brazos del Tyrannosaurus rex son tan cortos?
Para ponernos en contexto, uno de estos animales tenía un tamaño medio de unos 14 metros de alto, pero sus brazos solo tenían un metro de largo. Este es el equivalente a que una persona con una estatura de 1.80 tuviera unos brazos de 12 centímetros.
Una posible respuesta a la pregunta la encontramos en un artículo publicado por Padian en la revista Acta Palaeontologia Polonica. En su texto, el investigador dice que los brazos de este gigante se encogieron para evitar la amputación accidental (o intencional) de otros T. Rex cuando estos se reunían sobre un cadáver para alimentarse.
“¿Qué pasa si tu amigo cree que te estás demasiado cerca? Podría advertirte para que te alejes arrancándote el brazo”, dice el autor del nuevo artículo. “Entonces, podría ser beneficioso reducir el tamaño de tus extremidades anteriores, ya que de cualquier manera no las usa en la depredación”, agrega.
Esta es solo una hipótesis como las que se han barajado con anterioridad. Por ejemplo, que estos diminutos brazos le servían al animal para el apareamiento o para sujetar a la presa durante la caza.