Debido a las sospechas sobre un presunto presunto espionaje por parte de China, el Departamento del Interior (DOI) decidió suspender las operaciones en todo Estados Unidos de su flota de drones, compuesta por alrededor de un millar de unidades utilizadas para fines civiles.
La medida, que rige desde octubre de 2019, podría ser definitiva, luego de la repartición encabezada por el secretario David Bernhardt descubriera que el gobierno de la potencia asiática tiene la capacidad de acceder a los datos de los cuadricópteros controlados a distancia, reveló Financial Times.
“El DOI estuvo utilizando los drones para una variedad de tareas, que incluían monitoreo de tierras y bosques, inspecciones de presas y asistencia en esfuerzos para combatir incendios forestales y otros desastres naturales”, informó Digital Trends.
Financial Times agregó que «varias agencias han protestado” ante la medida, dado que los dispositivos eran considerados una parte vital de sus operaciones. Una alternativa sería suplir las máquinas ensambladas en China por otras de fabricación estadounidense, como las del líder del mercado DJI. Sin embargo, no se han encontrado productos adecuados.
«Hemos trabajado con el DOI para crear una solución confiable y segura que cumpla con sus exigentes requisitos, que se desarrolló a lo largo de 15 meses con propios funcionarios, profesionales independientes de ciberseguridad y expertos de la NASA», esta última empresa.
De anunciarse la baja permanente de la flota asiática de drones, el DOI igualmente podría utilizarlos con fines de capacitación o bien en situaciones de emergencia, como para combatir incendios forestales.
En mayo de 2019, la Agencia de Seguridad de Ciberseguridad e Infraestructura se manifestó en el mismo sentido, al señalar que tenía «fuertes preocupaciones» sobre el creciente uso por parte del gobierno de aeronaves no tripuladas fabricados en China.