Una nueva demanda legal presentada contra Twitter, Facebook y Google asegura que estas compañías proporcionaron «apoyo material» al grupo del Estado Islámico (IS), lo que llevó a la radicalización de Omar Mateen, responsable de la tragedia en un club de Orlando en junio de este año.
Las familias de tres víctimas del trágico tiroteo: Tevin Crosby, Juan Ramón Guerrero y Javier Jorge Reyes, presentaron oficialmente la queja este lunes en el Distrito Este de Michigan, informa Fox News.
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La demanda afirma que los tres gigantes de las redes sociales permitieron que las cuentas afiliadas a IS difundan propaganda extremista, recauden fondos y recluten activamente en sus respectivas plataformas, y que lo permitieron «a sabiendas y descuidadamente».
El 12 de junio, Mateen indiscriminadamente disparó y mató a 49 personas dentro de la discoteca Pulse de Orlando, antes de ser asesinado en un tiroteo con la policía. Funcionarios afirmaron posteriormente que el joven de 29 años había prometido lealtad a la IS. El grupo extremista aceptó la responsabilidad del ataque, pero una investigación posterior encontró que Mateen no era un miembro del grupo sino que se había inspirado en ellos a través de lo que vio en línea.
La parte central de la demanda va a estar basada en cual será la interpretación de la Ley de Decencia en Comunicaciones (CDA). Esta ley establece que: «Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o portavoz de ninguna información proporcionada por otro proveedor de contenido de información». Esto esencialmente significa que las redes sociales y las plataformas de video, como Facebook, Twitter o YouTube no pueden ser responsabilizadas por lo que sus usuarios comparten en línea.
En agosto, una demanda similar interpuesta contra Twitter fue desestimada por el juez que supervisaba el caso basado en el CDA. Esta vez, sin embargo, la queja tiene implicaciones de largo alcance para las empresas involucradas en base a sus soluciones de orientación de anuncios y de distribución de ingresos.
«Los acusados han creado contenidos únicos equiparando publicaciones de ISIS con anuncios basados en información conocida sobre los usuarios», dijo a Fox News Keith Altman, el abogado que representa a las tres familias. «Además, los demandados financian las actividades de ISIS compartiendo los ingresos que recibieron por publicidad».
Por lo tanto, la validez de la demanda dependería de los algoritmos de las plataformas respectivas, y ver si están sirviendo contenido extremista a las personas sobre la base de su actividad pasada. Twitter, Google y Facebook aún tienen que comentar sobre la demanda.
Las tres firmas en cuestión se reunieron recientemente para colaborar en una nueva base de datos de contenidos extremistas que fueron removidos de sus respectivos sitios. También han intensificado sus esfuerzos para suspender las cuentas que promueven el terrorismo y para contrarrestar la difusión de noticias falsas y propaganda extremista.