Es bien sabido que Elon Musk, el fundador de las empresas Tesla y SpaceX, es un adicto confeso al trabajo. O como diría él, a seguir sus sueños. Una persecución que, según él mismo ha dicho, le demanda jornadas diarias de 16 horas de trabajo imposibles de conseguir a menos que se sacrifiquen horas de descanso. Y eso es precisamente lo que hace Elon Musk, quien en una entrevista reciente confesó cuántas horas duerme.
“No quiero dormir más de seis horas. Intenté dormir menos, pero luego la productividad total disminuye”, confesó el empresario durante el podcast The Joe Rogan Experience que se transmite en YouTube y Spotify.
Las maratónicas sesiones de trabajo y su reducida jornada de descanso hablan sobre un hombre de negocios —e ideas— que todo el tiempo está trabajando. Y es que la suma de sus maratónica jornada de 16 horas y las seis que dice dedicar al descanso como máximo dejan apenas dos libres, que seguramente ocupa para las necesidades más básicas.
Pero no todos son ni pueden ser Elon Musk, según reconoce el polémico empresario. “Nadie debería dedicar tantas horas a su trabajo, no es recomendable, te vuelves un poco loco si trabajas 120 horas a la semana”, dijo como alimentando la leyenda sobre su persona.
Por ahora, su esmero ha rendido frutos tangibles, como convertirse en el hombre más rico del mundo superando al también tecnólogo —y adicto al trabajo— Jeff Bezos. Solo el tiempo dirá si esas jornadas de 120 horas fueron las responsables de llevar a la humanidad a Marte.