¿Qué tal si existiera una aspiradora de los gases contaminantes que perjudican el medio ambiente? Eso es lo que parece haber diseñado Climeworks, una empresa suiza que acaba de presentar la primera planta comercial “depuradora de aire” que captura dióxido de carbono de la atmósfera.
El lanzamiento de Climeworks coincide con la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de sacar al país norteamericano del acuerdo sobre el cambio climático que firmaron 195 países en París en 2015. El pacto, que es legalmente vinculante, apunta a limitar a 3.6 grados Fahrenheit (2 grados Centígrados) el aumento de la temperatura del planeta. Para lograr ese objetivo, las tecnologías de limpieza del aire son fundamentales.
La unidad, que se considera la primera que captura aire directamente, utiliza 18 recolectores de dióxido de carbono de Climeworks encima de una planta de utilización de residuos KEZO para filtrar el CO2 de la atmósfera. Este dióxido de carbono concentrado se alimenta luego a un invernadero, situado a sólo un cuarto de milla (uso 400 metros), donde se utiliza como fertilizante para cultivar tomates y pepinos. El propio captador de aire está alimentado por calor residual de baja calidad generado por la planta KEZO.
Durante el transcurso de un año, el depurador puede filtrar unas 900 toneladas de CO2 o el equivalente a los gases de efecto invernadero generados en un año por casi 200 vehículos de pasajeros, según Bloomberg.
Como parte del proceso de «limpieza», el CO2 se deposita en la superficie de una serie de filtros. Cuando éstos quedan completamente saturado, el CO2 se aísla y luego puede ser vendido a mercados que van desde el sector energético hasta la industria automotriz. Si bien esta instalación de captura de aire directa puede tener una capacidad bastante limitada en su escala actual, Climeworks tiene objetivos mucho más altos para el futuro.
La ambición de la empresa es capturar alrededor un por ciento de las emisiones globales de CO2 en 2025, dijo la empresa en un comunicado.
En este momento, la compañía suiza puede fabricar alrededor de 150 unidades de captura de aire por año y Climeworks espera que asociaciones como la que tiene con KEZO fomenten el crecimiento y la comercialización en los próximos años. Climeworks planea usar este proyecto pionero para iniciar programas piloto en otros mercados y potencialmente implementar un componente de almacenamiento subterráneo en el proceso.