Apple ha rechazado la solicitud del fiscal general de Estados Unidos, William Barr, para desbloquear el teléfono del presunto tirador que mató a tres personas en Pensacola, Florida, según informó The New York Times.
La compañía objetó las versiones sobre falta de “colaboración sustantiva”, argumentando a través de un comunicado que “sus respuestas a las muchas solicitudes [realizadas] desde el ataque han sido oportunas, exhaustivas y continuas”.
“Respondimos a cada solicitud con prontitud, a menudo en cuestión de horas, compartiendo información con las oficinas del FBI en Jacksonville, Pensacola y Nueva York. Las consultas resultaron en muchos gigabytes de información que entregamos a los investigadores. En cada caso, respondimos con toda la información que teníamos”, sentenció.
De acuerdo con el reporte de Digital Trends, la firma insistió que no existen “puerta traseras” para vulnerar sus teléfonos. Según Apple, crear un portal para que las autoridades puedan vulnerar la seguridad de un dispositivo móvil significaría proporcionar un medio para que los delincuentes también lo hagan.
En 2016, la empresa hoy liderada por Tim Cook rechazó una orden judicial para desbloquear el iPhone de uno de los dos sospechosos de la masacre de San Bernardino, California, que causó la muerte de 14 personas. Posteriormente, el FBI pagó alrededor de $1 millón de dólares a una empresa privada israelí para acceder al terminal.
Desde aquel episodio, complementó el mismo medio, el debate sobre las “puertas traseras” quedó abierto. Su último capítulo se había escrito a finales de 2019, cuando autoridades de Estados Unidos, Australia y el Reino Unido solicitaron al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, renunciar a sus planes para encriptar las comunicaciones de la aplicación Messenger, ante la eventual necesidad de acceder a ellas por parte de la policía.