El ataque, el cual duró unas dos semanas, se considera el más intenso en la historia turca, viéndose también afectados sitios web claves del gobierno, así como las instituciones financieras. La campaña sólo se hizo más presente en Navidad, momento en que Anonymous aprovechó para aplicar la denegación del servicio distribuido (DDoS), lo que dio lugar a la interrupción de los servicios y operaciones de bancos y sitios web estatales.
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«Estimado Gobierno de Turquía, si ustedes no dejan de apoyar a ISIS, continuaremos atacando sus redes de Internet, sus DNS (la base de Internet de Turquía), sus bancos y sus sitios gubernamentales», señala el mensaje publicado por el grupo de hacking.
«Después de la raíz DNS vamos a empezar a golpear sus aeropuertos, instalaciones militares y conexiones estatales privadas,» la voz ominosa agregó. «Vamos a destruir su infraestructura bancaria estratégica.»
Funcionarios turcos fueron capaces de detener el ataque solo después de haber bloqueado el tráfico de Internet proveniente del extranjero, neutralizando así los bordes digitales del país turco. Esto, sin embargo, no es una solución sostenible.
Turquía sospecha que Rusia podría estar detrás de los ataques cibernéticos, tal vez en retaliación por el avión Ruso derribado a principios de noviembre. El presidente ruso, Vladimir Putin ha comentado públicamente que el gobierno turco es «cómplice de los terroristas». El presidente Barack Obama también ha instado a Turquía a vigilar más de cerca sus fronteras con Siria (al parecer sin éxito), al mismo tiempo que funcionarios estadounidenses han señalado que Turquía no está obstaculizando o esforzándose por detener el comercio de petróleo de contrabando que financia gran parte de las operaciones de Isis. Por estas razones, Anonymous cree firmemente que Turquía apoya al grupo terrorista.
