El gobierno de los Estados Unidos ha entregado control sobre una entidad enorme: internet.
El pasado sábado 1 de octubre la Federación Nacional de Telecomunicaciones, Información y Administración dejó de ejercer control sobre la Corporación para Números y Nombres Asignados en Internet (ICANN), la cual administra los dominios de internet.
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Ahora, ICANN es una plataforma sin ánimo de lucro, libre de vigilancia del gobierno estadounidense.
En lugar de eso, ICANN responderá ahora a actores internacionales de la comunidad de internet, incluyendo un Comité Gubernamental de consejería, un comité técnico, un comité industrial y usuarios de internet y expertos en telecomunicación.
Lawrence Stricking, Asistente Secretario de Comunicaciones e Información en el Departamento de Comercio, lanzaron un comunicado el sábado sobre la transición diciendo que “a partir del 1 de octubre de 2016, las funciones de la Autoridad para los Números Asignados en Internet (IANA por sus siglas en inglés) expiran”.
La decisión se transformó en un tema politizado, con algunos congresistas insistiendo en que el movimiento es sinónimo de “regalar la internet”, y podría servir como una amenaza para la primera enmienda.
Pero otros afirman que estas nociones son incorrectas. Ingrid Burrington, una experta en infraestructura de internet afirma que los críticos del acuerdo “están bajo la impresión de que nosotros éramos dueños de la internet, y en realidad nunca lo fuimos… tu internet funcionará de la misma forma”.
El Director de la ICANN y uno de sus ingenieros aplaudieron la nueva libertad de la entidad. “Esta transición fue visualizada hace 18 años y este es el resultado incansable de la comunidad global de internet, la cual escribió el último borrador de la propuesta que hizo que esto se materializara”, afirma en un comunicado.
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“Esta comunidad validó el modelo de Junta para gobernar la internet. Ha mostrado que un modelo de gobierno definido por la inclusión de todas las voces de la sociedad, incluyendo los negocios, la academia y la sociedad civil garantizan que la internet continúe siendo libre, abierta y accesible.