“Me sonrojaría si pudiera”. La respuesta que la asistente de voz de Apple solía dar ante insultos como “Siri, eres una p***” motivó el título de un contundente informe de Naciones Unidas sobre cómo los asistentes de voz validan los estereotipos sexistas.
El organismo lamentó que gran mayoría de estas populares herramientas tecnológicas, desde Alexa de Amazon hasta Cortana de Microsoft, se proyecten como mujeres, en nombre, sonido de voz y “personalidad”.
La práctica no solo “refleja, refuerza y propaga sesgos de género”, sino que también “modela la aceptación del abuso verbal y el acoso sexual”, advirtió el informe elaborado por la Unesco, la división científico-cultural del organismo.
El documento sentenció que la naturaleza de los asistentes de voz “envía mensajes sobre cómo las mujeres y las niñas deben responder a las solicitudes y expresarse” y “hace que las mujeres sean la ‘cara’ de los fallos y errores que resultan de las limitaciones de hardware y software diseñados predominantemente por hombres”.
Para la Unesco, que trabajó conjuntamente con el gobierno de Alemania y el colectivo Equals, la sumisión y servilismo con que actúan Alexa, Cortana o Siri “proporciona una poderosa ilustración de los sesgos de género codificados y generalizados en el sector de la tecnología”.
«El mundo debe prestar mucha más atención a cómo, cuándo y si las tecnologías basadas en inteligencia artificial tienen género y, lo más importante, quién lo define”, comentó la directora para la Igualdad de Género de la Unesco, Saniye Gülser Corat.
Por todo lo anterior, el organismo dependiente de Naciones Unidas exhortó a empresas como Amazon, Apple y Microsoft a terminar con la práctica de darles por defecto una personalidad femenina a sus asistentes.
También recomendó “explorar el desarrollo de un género neutral para sus asistentes de voz, que no sea ni masculino ni femenino” y programar sus asistentes “para desalentar insultos basados en el género y el lenguaje abusivo”.
En sus conclusiones que también fueron dirigidas a las autoridades, la Unesco sugirió además que este tipo de herramientas digitales se anuncie “como no humana al comienzo de las interacciones con sus usuarios humanos”.
Dada la popularidad de asistentes como Siri, que diariamente es usada por unos 500 millones de usuarios alrededor del mundo, la división científico-cultural de Naciones Unidas recordó que la mayoría de la gente hablará más con los asistentes por voz que con sus propias parejas.
La Unesco pidió también “un mayor equilibrio de género” en los equipos que desarrollan la tecnología, considerando que las mujeres actualmente representan apenas el 12 por ciento de los investigadores enfocados en inteligencia artificial y el 6 por ciento de los desarrolladores de software.