Cuando conocí la línea de televisiones 2024 de Sony, compuesta por tres modelos premium y uno, la Bravia 3, enfocada a la gama de entrada, pensé que lo mejor sería echar un vistazo a este modelo. Sí, me interesé en un televisor de retroiluminación directa (Direct LED) cuando todo mundo habla de pantallas OLED o de Mini LED (QLED), pero lo hice por una buena razón: es un televisor de 65 pulgadas que podrías comprar por unos $900 dólares ($17,929 pesos mexicanos en Amazon) y que, pese a ser un modelo de entrada, ofrecerá una serie de características y calidad de imagen similar y en algunos aspectos incluso superior a algunos televisores con una tecnología de retroiluminación más moderna.
Cuestión de tamaño
La Bravia 3 es una televisión 4K con el popular sistema operativo Google TV, a mi juicio, la mejor interfaz para una televisión inteligente. Es un televisor básico en el sentido de que la frecuencia de actualización máxima es de 60Hz y que no es compatible con VRR (frecuencia de actualización variable), de modo que para videojuegos es más bien una televisión realmente básica.
También, por su tipo de retroiluminación (LED directo) su contraste no es increíble y no verás los negros más oscuros de tu vida. Sin embargo, su procesador X1 hace un trabajo magnífico reescalando a 4K contenido de menor resolución. También ofrece un sonido descente (dos bocinas de 10W cada una) compatible con Dolby Atmos, de modo que en general creo que la relación costo-beneficio que ofrece es positiva.
En cuanto a mi experiencia de uso con la Bravia 3 —probé el modelo de 65 pulgadas—, puedo decir que el único aspecto por el que eché de menos mi Bravia XBR-55X900H fue la tecnología de retroiluminación, especialmente porque definitivamente sí fue notorio el cambio en la oscuridad de los negros. No obstante, en términos de color, brillo máximo y experiencia de uso (por aquello de que ambas usan Google TV) puedo decir que mi experiencia fue prácticamente la misma, aunque creo que si tuviera que elegir entre una y otra, conservaría mi vieja XBR-55X900H solamente porque tiene un mejor contraste.
Ahora, hago un importante énfasis en la tecnología de retroiluminación porque me parece que es el punto medular al comprar una TV. No soy la voz más calificada, pero si quieres saber de forma sencilla a qué se refieren términos como LED directo, Full Array LED y Mini LED, te sugiero echar un vistazo a este video de mi colega Caleb Denison en el que explica sus diferencias.
Esto me lleva a pensar a qué clase de usuario sugeriría la Bravia 3 y qué argumento le ofrecería para no optar por opciones como la Hisense U6H o la TCL 65S454, ambas más económicas y con una mejor tecnología de retroiluminación. Creo que ese argumento sería el procesamiento de imagen, pero este punto podría resultar poco convincente si no se puede apreciar la misma imagen en las mismas condiciones. Y un aspecto que sí se puede comparar sin tantos detalles es el precio, y en este sentido, tanto la Hisense U6H y la TCL 65S454 son más económicas. Entonces, creo que sugeriría la Bravia 3 a quien busca la mejor calidad de imagen con un presupuesto máximo de $1,000 dólares, pero que está dispuesto a sacrificar un poco de contraste.
Pero por otra parte, creo que las opciones de calibración inmediata que ofrece la Bravia 3 son bastante buenas. Mientras veía Sometimes I Think About Dying cambié entre los modos de imagen Estándar y Cine solo para notar cómo una imagen puede transmitir una sensación totalmente distinta, y en este sentido, insisto, creo que la imagen de Sony es superior a la de otros fabricantes.
Por cierto, la Bravia 3 también es una televisión bonita. Los bordes están muy bien aprovechados, el grosor es discreto, tiene un gran balance de opciones de conectividad (4 puertos HDMI, 2 USB y un Ethernet) y las patas que la sostienen lucen bonitas.