Samsung renovó su línea de televisores The Frame este 2021 y, así como hace tres años, el concepto es de lo más interesante. Y es que estos televisores nacidos en 2018 son más que un aparato electrónico, pues también funcionan como elemento decorativo de la casa. Diseño sin cables visibles, marcos intercambiables que le dan a la pantalla el aspecto de un cuadro y un modo especial para mostrar obras maestras de la pintura hacen de este equipo algo más que una televisión.
Tuve la oportunidad de probarlo y, aunque no pude colgarlo en la pared —que es como realmente se aprecia su diseño—, te contaré cuáles fueron mis impresiones.
Diseño
El diseño es el punto fuerte de este televisor. Sus marcos son muy delgados y apenas tiene partes que sobresalen en la parte delantera y el panel trasero. El televisor viene de serie con un módulo One Connect externo. En este encontramos todos los conectores necesarios para su funcionamiento, incluidos los de alimentación de energía, HDMI y USB. Gracias esto evitamos tener cables por todas partes, además de que le da una apariencia mucho más ordenada y estética.
El único inconveniente es que este módulo es algo grande, por lo que si no tienes espacio suficiente se verá junto a la tele como si fuera una consola o algún dispositivo similar. Sorprende que las funciones de todas las conexiones de la unidad exterior se proporcionan solo mediante un cable delgado y apenas visible que lo conecta al televisor.
Aquellos que decidan colgarlo tiene la opción de adquirir por separado marcos externos que se adhieren al televisor con imanes y que le dan ese aspecto de obra de arte que mencionábamos. Los marcos están disponibles en blanco, negro, marrón, beige, rojo y nogal.
Configuración y software
La configuración inicial de este televisor es muy sencilla, así como su montaje. Apenas tienes que sacarlo de la caja y enchufar los cables al módulo One Connect para que funcione. Además, si como en mi caso optas por ponerle las patas, estas se encajan de forma sencilla y sin necesidad de atornillar ni usar herramientas.
En cuanto al software, el televisor opera con Tizen, sistema operativo basado en Linux que desde 2019 ha sido utilizado por Samsung en sus televisores QLED. Aunque prefiero Android TV, debo reconocer que la interfaz de Tizen es bastante intuitiva y ofrece acceso rápido a las distintas aplicaciones que tengamos instaladas. Además permite personalizar la apariencia de los menús según nuestras preferencias, así como eliminar aquellas apps que no usamos.
El televisor también cuenta con un modo denominado Art Mode Painting, que cuando se activa muestra pinturas, paisajes o nuestras fotos. El catálogo de The Frame tiene cientos de obras, pero solo 20 de ellas están disponibles para uso gratuito. Si quieres acceso completo al catálogo tendrás que pagar una suscripción mensual de 4.99 euros o de 49.90 euros al año.
Calidad de la imagen y el sonido
The Frame es único en términos de diseño, pero su calidad de imagen no es sobresaliente (mucho menos si se tiene en cuenta su costo).
Este modelo está equipado con un procesador Quantum 4K y gracias a su función Picture Clarity es capaz de transmitir perfectamente escenas dinámicas. Sin embargo, el brillo se queda corto, sobre todo si se compara con los paneles QLED.
Por otro lado, ofrece una excelente reproducción del color, como corresponde a una imagen de televisión con tonos vívidos y realistas. No obstante, los tonos negros no son muy profundos y en las escenas oscuras es donde más se nota, pues los brillos pierden fuerza y todo parece una única imagen compacta.
El audio tampoco destaca demasiado. No cuenta con Dolby Atmos y aunque el sonido es equilibrado, hay distorsión al subir el volumen. Lo ideal es agregar una barra de sonido al equipo.
Conclusión
Si buscas un televisor distinto, que destaque por su estilo y diseño a la vez que no rompa la estética de tu sala de estar, The Frame es perfecto para ti. Sin embargo, no ofrece la mejor calidad de imagen y sonido, y su precio para el modelo de 65 pulgadas es de 1,699 euros.
Es cierto que hay televisores más baratos en el mercado con especificaciones similares, pero en el caso de The Frame, por la calidad de los materiales utilizados en su fabricación y por su diseño innovar, el sobrecoste estaría justificado.