Un estándar de código abierto para la casa inteligente es el objetivo de una alianza entre Amazon, Apple y Google, tendiente a garantizar operaciones seguras y la compatibilidad entre sus dispositivos, así como el desarrollo de nuevos productos.
En una declaración conjunta, explicaron que el proyecto se basa en «una creencia compartida de que los dispositivos domésticos inteligentes deben ser seguros, confiables y fáciles de usar. Al basarse en el protocolo de internet (IP), el objetivo es permitir la comunicación a través de dispositivos domésticos inteligentes, aplicaciones móviles y servicios en la nube, así como definir un conjunto específico de tecnologías de red basadas en IP para la certificación de dispositivos».
De prosperar la iniciativa, “los usuarios podrán estar seguros de que sus dispositivos predilectos funcionarán en el hogar y podrán ser configurados y controlados desde su sistema preferido», han fundamentado las empresas, en alusión a los asistentes inteligentes Alexa, Siri o Google.
La alianza de los tres gigantes tecnológicos, denominada Project Connected Home over IP, se ha unido a Zigbee Alliance, entre cuyos miembros se cuentan Ikea, Legrand, NXP Semiconductors, Resideo, Samsung SmartThings, Schneider Electric, Signify (otrora Philips Lighting), Silicon Labs, Somfy y Wulian.
Según agregaron, las tecnologías Alexa de Amazon, HomeKit de Apple y Weave de Google serán puestas al servicio del nuevo protocolo.
La intención de esta megaalianza es presentar a fines de 2020 un borrador inicial de un estándar que integre protocolos existentes, como wifi y Bluetooth, y no reemplazarlos. «El protocolo planificado complementará las tecnologías existentes, y los miembros del grupo de trabajo alientan a los fabricantes de dispositivos a continuar innovando utilizando las tecnologías disponibles actualmente», complementaron.
Al respecto, el vicepresidente de ingeniería y el ingeniero jefe de Google Nest, Nik Sathe y Grant Erickson, comentaron a través de una publicación de blog que la falta de un estándar de conectividad confunde y frustra a los usuarios, además de suponer una gran carga para los fabricantes.
El nuevo estándar universal de conectividad doméstica inteligente beneficiará a desarrolladores y consumidores, añadieron. Para los primeros, simplificará el desarrollo de productos y reducirá los costos, mientras que los segundos «tendrán el poder de elegir cómo desean controlar sus hogares, independientemente de la tecnología que elijan».