El fabricante surcoreano LG patentó una tecnología para televisores demasiado avanzada para lo que conocemos en la actualidad: una pantalla OLED que se puede enrollar.
La patente se ingresó el 4 de junio en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y detalla un diseño que, tal como se ve en la imagen de abajo, consta de una base central y dos estructuras que se despliegan hacia los lados.
Cuando estas partes se abren, el panel OLED se desenrrolla para dar forma a la pantalla como tal.
El diseño implica que esta pantalla, en caso de que alguna vez exista, no tendrá bordes ni tampoco un marco tradicional como el de los televisores actuales; incluso las pantallas más modernas con marcos ultradelgados siguen teniendo un pequeño borde en cada lado.
LG no es una compañía neófita en este tipo de tecnología, sino todo lo contrario. El año pasado pusieron a la venta su primer televisor enrollable, aunque con una forma algo distinta: aquel modelo se enrolla de forma vertical (de abajo hacia arriba) mediante un mecanismo en su base. Dicho modelo cuesta $87,000 dólares, un precio acorde a su tecnología futurista.
Sin embargo, la patente recién revelada mostraría un funcionamiento algo distinto, lo que a su vez llevaría a pensar que un televisor como este podría no estar dirigido al segmento doméstico, sino que tendría otros usos, quizá para entornos comerciales o de negocios, según sea el caso.
Eso sí, habrá que esperar a que esta pantalla exista y eventualmente se pueda comprar.