En la actualidad, tomamos más fotografías que nunca. Este año, se estima que miles de millones de personas con sus teléfonos inteligentes tomarán 1.2 billones de imágenes. Casi nada, ¿verdad?
Sin embargo, mientras muchas de estas imágenes se compartirán en las redes sociales, muchas otras caerán en el olvido. Algunos buenos selfies se mostrarán ante tus ojos cuando deslices el dedo hacia la izquierda o hacia la derecha, pero pocas fotos harán su transición al mundo físico, convirtiéndose en memorias impresas en papel, lienzo, etc.
Y, aunque no tiene sentido luchar contra el progreso, tampoco deberíamos ignorar el valor de una impresión. Es posible que ya no imprimamos cada foto de forma predeterminada, pero esto puede ser algo bueno.
Ahora se trata de calidad en lugar de cantidad y las imágenes que elegimos imprimir merecen el mejor tratamiento. Honestamente, nunca ha habido un mejor momento para imprimir que ahora, gracias a los avances tecnológicos tanto en las cámaras digitales como en las impresoras.
La impresión no está muerta, es mejor que nunca
En la actualidad tomamos 1.2 billones de imágenes
Pues, aunque cierto tipo de impresión ciertamente ha disminuido, esto no significa ninguna tragedia. Las impresiones solían ser la única forma que teníamos para ver nuestras fotos (excepto la película de diapositivas y el uso de un proyector). Dejábamos nuestra película en el establecimiento y la recogíamos 24 horas después, no porque fuera un sistema mejor, sino porque era todo lo que teníamos.
Pero cuando la impresión era la norma, muchas fotos también se perdieron y se olvidaron (y algunas se volvieron a encontrar). La mayoría de fotos acababa en álbumes o cajas de zapatos que recogerían polvo hasta el día de alguna mudanza. Además, se tomaban muchas menos fotos. En el año 200, por ejemplo, Kodak anunció que se habían tomado 80,000 millones de fotografías ese año.
Eso suena a muchas fotos, y la verdad es que en ese momento fue un gran hito, pero ahora se hacen 1.12 billones de fotos más, hasta llegar a los 1.2 billones de 2017.
Con tantas fotos tomadas, no es de extrañar, que pocas imágenes se impriman. Cada impresión cuesta dinero, después de todo, así que, por supuesto, la gente no va a imprimir 1.2 billones de fotos (tal vez se imprima una fracción minúscula de ese monto).
Además, el objetivo de la impresión (y a menudo también el de tomar la foto enprimer lugar) era compartir ese recuerdo con otra persona. Ahora, sin embargo, compartir imágenes electrónicamente también resulta mucho más conveniente.
Pero a la gente todavía le encantan las impresione. Además, la fotografía instantánea ha experimentado un gran resurgimiento en los últimos años.
Polaroid Originals ha construido una marca completa con cámaras y paquetes de películas Fujifilm Instax que conforman seis de los diez mejores productos de fotografía más vendidos en la última temporada de vacaciones de Amazon.
El mundo digital y el impreso no son enemigos
El mundo digital ha cambiado también la manera en la que imprimimos y no hay vuelta atrás. Se espera que la cantidad de fotos estándar de 4 x 6 pulgadas disminuya a 39,000 millones este año, frente a los 47,000 millones de 2014, de acuerdo con la información que ha dado Keypoint Intelligence a Digital Trends.
Si bien esto puede ser una mala noticia para el laboratorio fotográfico, no significa la perdición para el arte de la impresión. Keypoint Intelligence espera que la tendencia a la baja se ralentice y se mantenga en alrededor de 36,000 millones de copias en 2021.
Asimismo, a pesar de lo que la gente percibe como una disminución de los medios impresos, el número de revistas producidas se ha mantenido constante desde 2008, según 99U.
La circulación de cualquier publicación determinada puede ser más pequeña, pero cada una es de mayor calidad y más específica. Desde el diseño hasta la fotografía y la selección de papel, todo ha mejorado.
En lugar de lamentar la disminución de la cantidad, deberíamos celebrar la oportunidad de producir impresiones de mayor calidad, tal y como nos ofrece la tecnología digital. Esta nueva era nos ha proporcionado nuevas tecnologías y nuevas vías para producir impresiones de alta calidad. Hoy contamos con las herramientas para hacer mejores impresiones que nunca.
Con una impresora fotográfica de inyección de tinta de $600 dólares en tu escritorio, puedes producir una impresión de 13 x 19 pulgadas de calidad en tu hogar que compita incluso con lo que puede hacer un laboratorio profesional.
En el pasado, sin embargo, tendrías que haber convertido parte de tu casa en un cuarto oscuro para poder revelar tus fotos. Claro que muchos profesionales hicieron exactamente eso, pero el sistema estaba fuera del alcance de la mayoría de los aficionados.
Nadie puede negar que la era digital ha hecho que la impresión profesional sea más accesible (por no mencionar el hecho de que se reducido la cantidad de agua y los químicos peligrosos necesarios).
La impresión puede ser más segura
Incluso si te estás quedando sin espacio en la pared, la impresión puede desempeñar un papel importante en tu archivo de imágenes.
Además, JPEG, el estándar de las imágenes comprimidas, está comenzando a dar paso al nuevo formato HEIF. Los discos ópticos como los DVD solían ser el estándar de oro de la copia de seguridad de fotos, pero ahora casi han desaparecido. Los discos duros externos han pasado por varios tipos de conexión física, desde el USB a FireWire a Thunderbolt, y varias generaciones de cada uno.
En resumen, no hay garantía de que la computadora del mañana pueda leer las fotos que tomes hoy, a menos que modernices constantemente tus archivos digitales. Los servicios en la nube ciertamente pueden ayudar con esto, pero tampoco garantizan que las compañías que los ejecutan permanezcan siempre.
Una impresión, no obstante puede durar más de 100 años cuando se almacena correctamente (y sí, puedes hacer este tipo de impresión en casa). No es un reemplazo para copias de seguridad digitales, pero para tus fotos más importantes, una impresión ofrece una muy buena forma de conservación, como mínimo.
Al final del día, se trata de tu arte
Ver una impresión de alta calidad de una imagen que realizaste puede ser fascinante
Hay algo en mantener una impresión final en tus manos que es infinitamente más satisfactoria que ver una foto en una pantalla, especialmente una de bolsillo. También sirve como un producto tangible y permanente de tu trabajo, un monumento al tiempo y al esfuerzo que pones en crearlo.
Así que toma un trillón de fotos. Olvídate de miles de millones, pero imprime una y hazlo bien.