Su fabricante la describe como “la cámara original reinventada” y espera que con su elegante diseño y mezcla entre lo análogo y lo digital, genere curiosidad y buenas ventas.
La cámara I-1 será lanzada el próximo mes y fue desarrollada por The Impossible Project, una compañía nos llamó la atención en el 2008 cuando compró la última fábrica de Polaroid.
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Ese fue una jugada arriesgada por mantener viva la fotografía y el resultado de sus esfuerzos lo vimos el lunes cuando Oskar Smolokowski, el CEO de Impossible Project presentó una mezcla de características que son fáciles de manejar.
Utilizando un rollo instantáneo de 600, te mostrará una fotografía apenas unos segundos después de haber tomado la imagen.
Hay pocos botones sobre el aparato. La mayoría de los comandos se operan desde una aplicación móvil, que por ahora solo está disponible para iOS.
La aplicación te permite hacer ajustes manuales para controlar a apertura y velocidad y ofrece la opción de control remoto.
También permite que experimentes con efectos especiales para que los más creativos puedan tomar fotografías de larga exposición por ejemplo.
Viene con un flash redondo que se controla de forma manual, a pesar de que los sensores pueden detectar la luz natural y funcionar de forma automática.
La energía necesaria para el flash y otras funciones proviene de la batería que viene incrustada en el aparato y la cual puede recargarse a través de un puerto USB.
Las imágenes mostradas arriba fueron muestras que Impossible Project publicó en su página web, para resaltar las posibilidades que existen con este aparato.
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El I-1 será lanzado el 10 de mayo y costará $300 dólares. Será una competencia para las cámaras Fujifilm Instax, una cámara instantánea que se está vendiendo cuatro veces más que las alternativas digitales de la misma empresa.
Esas cámaras de Fujifilm cuestan entre $60 y $150 dólares, mucho menos que la I-1, así que The Impossible Project debe estar cruzando los dedos para lograr atraer a un público dispuesto a pagar más dinero por este tipo de cámaras.