Los científicos del clima han manifestado su inquietud por el impacto en el medioambiente de los viajes al espacio.
Por lo mismo, dos empresas británicas dedicadas al lanzamiento de cohetes realizaron pruebas con biocombustibles para producir menos partículas contaminantes.
Los lanzamientos de cohetes pueden generar importantes cantidades de hollín en las capas superiores de la atmósfera terrestre, lo que contribuiría al cambio climático.
Ahora, estas compañías británicas afirman que su tecnología de cohetes puede ayudar a reducir la huella medioambiental de los vuelos al espacio al cambiar su combustible por renovable.
La firma Skyrora tiene su sede en Edimburgo y planea hacer volar sus cohetes con combustible elaborado a base de plásticos no reciclables.
Por su parte, Orbex apuesta por el biopropano, un gas natural que se obtiene como subproducto durante la producción de biodiésel.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, el cohete Prime de Orbex producirá 86 por ciento menos de emisiones que un lanzador de combustible fósil de tamaño similar.
Según la investigación de Exeter, el vehículo Prime de 19 metros de largo, diseñado para transportar pequeñas cargas útiles de hasta 150 kg a la órbita baja de la Tierra, emitirá mucho menos hollín que un microlanzador similar.
Orbex señaló en un comunicado que su cohete Prime “elimina casi por completo” las emisiones de estas partículas sólidas de carbono negro impuro.
Los científicos han explicado en varias ocasiones que el hollín en la atmósfera puede absorber el calor y afectar la temperatura de las capas más altas de la atmósfera: la mesosfera y la estratosfera.