Aún es solo un proyecto, pero podría ser el telescopio que inaugure una nueva era para la astronomía mundial. Es el telescopio láser Einstein, una estructura con dos interferómetros láser de 10 kilómetros de largo y que estará enterrado a unos 250 metros de profundidad.
Los interferómetros, una especie de “brazos” con espejos en los extremos, son los instrumentos con los que los científicos han detectado, cada vez con mayor precisión, las ondas gravitacionales que predijo Albert Einstein en 1905, y que fueron “escuchadas” por primera vez un siglo después y dos años más tarde, registradas nuevamente en una investigación que valió el Premio Nobel de Física de 2017.
El telescopio Einstein será el más avanzado interferómetro láser. Tendrá tres detectores, cada uno con inteferómetros de 10 kilómetros de largo. El proyecto ya está en fase de preparación con un presupuesto de 1.8 mil millones de euros, según reporta Phys.org. Se prevé que la construcción inicie en 2026 con miras a iniciar operaciones en 2035. Su ubicación podría ser una zona en la triple frontera que comparten Alemania, Bélgica y Países Bajos.
Una nueva era para la astronomía
Por siglos la astronomía se basó en la observación de la radiación visible. Sin embargo, los avances en la comprensión del espectro electromagnético permitió a los astrónomos idear nuevos métodos a través de cálculos y simulaciones.
Con su teoría de la relatividad, Einstein predijo que por el espacio podrían viajar ondas que no están relacionadas con el espectro electromagnético, sino con un tramado tetradimensional al que se le denominó espacio-tiempo. Para observarlas, Einstein creyó que estas ondas provocarían una especie de tambaleo que podríamos observar a nivel atómico.
Las observaciones de 2015 y 2017 consistieron en la detección de las ondas gravitacionales provocadas por el choque de dos estrellas de neutrones, astros muchísimo más pequeños que nuestro sol, pero con un empuje gravitatorio extremadamente fuerte.
Esas ondas son detectables con los interferómetros. “Es irónico que necesitemos una precisión del nivel de las partículas más pequeñas que conocemos para detectar uno de los eventos más monumentales del universo”, explica a Phys.org Achim Stahl, astrofísico de la Universidad Técnica de Aquisgrán, en Alemania.
Las ondas gravitacionales detectadas en 2015 tuvieron una duración de apenas 0.2 segundos. Las detectadas en 2017 fueron de 100 segundos. Los expertos creen que el telescopio Einstein inaugurará una nueva era para la astronomía. “Este instrumento trabajará con una nueva e innovadora generación de observatorios del espectro electromagnético, desde señales de radio hasta rayos gamma; llamamos a esto astronomía multimensaje”, agrega Stahl. “Además de los ‘oidos’ para las ondas gravitacionales también tenemos ‘ojos’ para detectar diferentes señales, así que juntos podremos hacer una especie de transmisión en vivo de eventos cósmicos nunca antes vistos”, señala.
Los científicos esperan que a través de las observaciones del telescopio Einstein podamos comprender mejor nuestro universo, incluidas las colisiones que forman algunos de los elementos conocidos más pesados del universo.