SpaceX podría perder casi todos los satélites Starlink que lanzó la semana pasada.
La empresa explica en un comunicado que un día después de desplegar 49 de sus satélites Starlink (el jueves 3 de febrero), una tormenta geomagnética golpeó la atmósfera exterior de la Tierra. Este fenómeno produjo un cambio en la densidad atmosférica, lo que provocó que 40 de estos dispositivos no pudieran situarse en su altitud y órbita correctas.
El equipo de Starlink ordenó a los satélites que entraran en un modo seguro para minimizar la resistencia aerodinámica y protegerse de la tormenta de manera efectiva, pero el aumento de la resistencia a esas bajas altitudes impidió que los dispositivos abandonaran el modo seguro para comenzar con las maniobras de elevación hacia la órbita.
La empresa dice que los satélites acabarán por quemarse en la atmósfera de la Tierra, lo que evitaría que se conviertan en una peligrosa basura espacial. SpaceX señala que dichos aparatos no presentan riesgo de colisión contra la Tierra. Tampoco serán una amenaza para otros satélites que estén en órbita.
Desde 2019, SpaceX ha lanzado más de 2,000 satélites Starlink —su intención es llegar a 4,400— para ofrecer servicio de internet desde el espacio. Este cuenta en la actualidad con más de 145,000 clientes en 25 países. Según la empresa, su servicio puede proporcionar conectividad a zonas remotas.
El pasado mes en España, varias personas reportaron la caída de un objeto que se pudo observar en el cielo nocturno. Poco después se confirmó que era un satélite de Starlink que se puso en órbita en enero de 2021. La caída del aparato originó un bola de fuego que ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 27,000 km/h.