SpaceX logró por primera vez la notable hazaña de aterrizar su refuerzo Falcon 9 de 70 pies de altura y primera etapa en diciembre de 2015. Desde entonces, ha clavado el procedimiento de aterrizaje, ya sea que tenga lugar en tierra o en una barcaza estacionada en el océano.
Los aterrizajes permiten a SpaceX reutilizar los propulsores para múltiples misiones orbitales, lo que permite un ciclo de lanzamiento más rápido y reduce significativamente los costos de vuelo.
Ver a uno de los propulsores de SpaceX aterrizar es un espectáculo para la vista, sus motores rugiendo de nuevo a la vida para estabilizarse y sus patas de aterrizaje desplegándose para un aterrizaje perfecto, en posición vertical.
El jueves, SpaceX compartió algunas imágenes maravillosas (abajo) de su último aterrizaje después de una misión para desplegar 40 satélites de banda ancha para OneWeb, con sede en el Reino Unido. La primera etapa del Falcon 9 se separó a una altitud de aproximadamente 50 millas, 150 segundos después del lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Y luego, 7 minutos y 50 segundos después de la salida, el refuerzo hizo un touchdown perfecto en Kennedy.
Mira el video mientras la cámara rastrea al amplificador en su aproximación al lugar de aterrizaje.
Falcon 9's first stage has landed pic.twitter.com/0JxddJt5Sd
— SpaceX (@SpaceX) December 8, 2022
Este refuerzo en particular ya ha volado en múltiples misiones, a saber, CRS-24, Eutelsat HOTBIRD 13F y un vuelo Starlink. SpaceX lo revisará, lo restaurará y lo preparará para otro vuelo.
Como cualquier nueva tecnología espacial, los ingenieros de SpaceX tardaron años en perfeccionar el aterrizaje del Falcon 9, y muchos de los primeros esfuerzos terminaron en fracaso cuando el propulsor cayó demasiado fuerte o se derrumbó segundos después de aterrizar. Pero cada falla proporcionó al equipo nuevos datos con los que trabajar, lo que le permitió perfeccionar el proceso.
La atención ahora se está desplazando al cohete Super Heavy de próxima generación de SpaceX, que comprende el refuerzo Super Heavy de la primera etapa y la nave espacial Starship de la segunda etapa. El cohete está listo para su primer vuelo de prueba orbital en los próximos meses y se convertirá en el vehículo espacial más poderoso que jamás haya volado cuando surque los cielos. Mientras que el Falcon 9 está orientado a misiones orbitales terrestres bajas, el poderoso Super Heavy impulsará naves espaciales a la luna y posiblemente más allá.
El primer vuelo de prueba orbital no intentará aterrizar la primera etapa del Super Heavy, aunque SpaceX dijo que eventualmente planea hacerlo.