¿Qué pasaría si la Tierra dejara de girar abruptamente? Si el otro día nos hacíamos una pregunta tan hipotética como clarificadora de varios procesos físicos y planetarios con el sol, del que nos preguntamos qué sucedería si explotara súbitamente, ahora toca hacerlo con el movimiento rotatorio de nuestro planeta. Bueno, pues la respuesta corta es que también ocurriría un cataclismo, aunque definitivamente, más lento y seguramente doloroso por la serie de repercusiones tan caóticas que generaría en prácticamente cualquier rincón del planeta, y ciertamente, para todos y cada uno de los seres vivos que la habitamos.
“Expulsados” a 1,600 km/h
Empecemos con lo básico: la Tierra es una especie de esfera que gira a 1770 km/h sobre el ecuador, tirón que genera cierta fuerza centrífuga que hace que los polos “se achaten”, de modo que si este movimiento parara súbitamente todos los objetos y seres sobre la Tierra saldríamos expulsados a unos 1,600 km/h. Eso por supuesto incluiría a los mares, el viento, en fin, a menos que estés en alguna pelota de algún material sumamente resistente creemos que así sería el fin de tus días: muerto por un impacto mortal o por algún proyectil que podría ser tu propio gato o algún árbol.
La fuerza de este impacto haría que los mares se distribuyan hacia los polos, que dejarían de sentir esa fuerza que los achata. En otras palabras, para las poblaciones localizadas hacia los polos significaría una alerta catastrófica de tsunamis.
También, es común encontrar respuestas que indican que si la Tierra se detuviese súbitamente saldríamos disparados hacia el espacio. Estas respuestas parecen no tomar en cuenta que la velocidad de salida de la Tierra es de 40,000 km/h, de modo que el impacto sería los suficientemente fuerte para matarte, pero no para expulsarte de la Tierra.
Y si por casualidad sobreviviésemos a semejante cataclismo…
Días y noches de 6 meses
Al quedarse sin su movimiento rotatorio y únicamente con el traslatorio, la Tierra pasaría a un escenario catastrófico de días de 6 meses en la mitad del planeta y noches de la misma duración en la otra mitad. Eso podría no significar mayor problema, sin embargo, piensa en la temperatura que alcanzaría cada mitad. En esas zonas donde ocurran los días de seis meses la temperatura podría alcanzar los 100 grados, mientras que donde la noche dure 6 meses habría unos -55 grados. Sobra decir que ambas temperaturas serían los suficientemente extremas para aniquilar prácticamente todas las formas de vida sobre la Tierra.
Adiós al campo magnético de la Tierra
Otra de las consecuencias catastróficas de un súbito parón en el movimiento rotatorio de la Tierra sería la desaparición del campo magnético terrestre, que entre otras funciones, actúa como un escudo protector de la mortal radiación solar que podría colapsar nuestras cadenas de ADN, llevándonos a una rápida o lenta y dolorosa muerte según su intensidad.
Pues bien, el campo magnético de la Tierra es una consecuencia directa del movimiento de rotación y el movimiento del núcleo de hierro fundido al centro de nuestro planeta. Sin uno de estos movimientos, la Tierra perdería ese escudo magnético y la radiación solar penetraría sin mayor contratiempo.
Pese a todas estas gravísimas consecuencias, es sumamente improbable que la Tierra deje de girar, pues este movimiento ha sido intrínseco a su formación hace 4,500 millones de años.