Un hallazgo curioso y muy impresionante es el que presentó esta semana la NASA en su bitácora del rover Perseverance: se trata de una roca cebra, pintada con extrañas rayas negras y blancas en la espesura del desierto marciano.
En la colina Kodiak, el Perseverance tomó una foto el 13 de septiembre de esta piedra, a la que llamó primero «Castillo de Freya».
Pero después de que el equipo planeó una observación multiespectral utilizando la cámara Mastcam-Z para obtener una visión más cercana, se vieron los detalles de la roca.
El equipo científico cree que esta roca tiene una textura diferente a cualquier otra vista antes en el cráter Jezero, y tal vez en todo Marte.
«Nuestro conocimiento de su composición química es limitado, pero las primeras interpretaciones indican que los procesos ígneos y/o metamórficos podrían haber creado sus rayas. Dado que el Castillo de Freya es una piedra suelta que es claramente diferente del lecho rocoso subyacente, es probable que haya llegado aquí desde algún otro lugar, tal vez después de haber rodado cuesta abajo desde una fuente más alta. Esta posibilidad nos tiene entusiasmados, y esperamos que a medida que continuamos conduciendo cuesta arriba, Perseverance encuentre un afloramiento de este nuevo tipo de roca para que se puedan adquirir mediciones más detalladas», indicó Athanasios Klidaras, estudiante de doctorado en la Universidad de Purdue.