El Telescopio Espacial Hubble es uno de los grandes logros de la astronomía moderna, que sigue produciendo imágenes impresionantes y científicamente valiosas después de más de 30 años de funcionamiento. Cada semana, los científicos que trabajan con el Hubble comparten una imagen capturada por el telescopio, y la imagen de esta semana muestra un fragmento de una famosa nebulosa junto con dos estrellas brillantes.
La imagen muestra una parte de la hermosa Nebulosa de Orión, con la brillante estrella V 372 Orionis justo en la parte inferior derecha del centro junto con una estrella compañera en la parte superior izquierda. La Nebulosa de Orión se encuentra a 1.450 años luz de distancia y es famosa como una guardería estelar donde nacen un gran número de nuevas estrellas.
La estrella V 372 Orionis es de un tipo particular llamado estrella variable, lo que significa que su brillo cambia con el tiempo. Ciertas estrellas variables, llamadas variables Cefeidas, son especialmente importantes para la astronomía porque brillan de una manera particular, lo que significa que pueden usarse para estimar con precisión las distancias a galaxias extremadamente lejanas. V 372 Orionis es un tipo diferente de variable, sin embargo, llamada variable de Orión.
Las variables de Orión se iluminan y atenúan de manera irregular, sufriendo erupciones ocasionales en las que se vuelven significativamente más brillantes de lo normal durante un corto tiempo. A menudo se encuentran dentro de nebulosas, como la Nebulosa de Orión, donde hay muchas estrellas jóvenes. Se cree que estas estrellas eruptivas son jóvenes y que se asentarán en un estado menos variable a medida que envejecen.
La imagen de las estrellas dentro de la nebulosa fue tomada usando dos instrumentos Hubble, la Cámara Avanzada para Sondeos y la Cámara de Campo Amplio 3. Aunque el Hubble mira principalmente en las longitudes de onda de la luz visible, que son equivalentes a lo que vería el ojo humano, también puede mirar en algunas partes de los espectros infrarrojo y ultravioleta. Esta imagen en particular reúne datos de observaciones tanto de luz visible como infrarroja, lo que permite al telescopio capturar tanto las estrellas como los remolinos de polvo y gas en los que residen.