Si alguna vez se descubre que un gran asteroide está en curso de colisión directa con la Tierra, actualmente tenemos una tecnología probada y comprobada que, si se desarrolla más, podría salvarnos de su impacto potencialmente devastador.
El sistema fue probado por primera vez por la NASA hace dos años e involucró un intento de cambiar la trayectoria de un asteroide inofensivo al estrellar una nave espacial contra él. Tras el análisis inicial, la misión de la NASA Double Asteroid Redirection Test (DART) se consideró un éxito, ya que alteró el curso del asteroide Dimorphos de 525 pies de ancho (160 metros), que orbita el asteroide Didymos, que es más grande.
Pero los científicos están ansiosos por aprender más sobre cómo el impacto afectó a Dimorphos, y para ello la Agencia Espacial Europea (ESA) enviará una nave espacial para reunirse con él en la próxima misión Hera.
La ESA, que se lanzará el próximo mes, acaba de compartir un vídeo (arriba) en el que se describe cómo se desarrollará la misión y lo que espera descubrir.
Según la ESA, la misión Hera tiene como objetivo:
– Aprender más sobre la masa y la composición precisas de Dimorphos
– Determinar con mayor precisión qué efecto tuvo el impacto en el
asteroide – Confirmar si hay un cráter de impacto o si Dimorphos se rompió por completo y ahora se mantiene unido por su propia gravedad débil
– Si el impacto dejó un cráter, Determinar su tamaño
La nave espacial visitante realizará observaciones mientras se mantiene a una distancia segura del asteroide y sus nubes de escombros, pero también desplegará un par de naves espaciales mucho más pequeñas que realizarán observaciones más cercanas antes de aterrizar en Dimorphos. El encuentro cercano es un esfuerzo arriesgado, pero que tiene el potencial de recopilar una gran cantidad de datos muy útiles.
La ESA dijo que quiere «convertir el experimento a gran escala de DART en una técnica de defensa planetaria bien entendida y potencialmente repetible» que protegerá a la Tierra si se descubre que un gran asteroide se acerca a nosotros.
«Al final de las observaciones de Hera, Dimorphos se convertirá en el asteroide mejor estudiado de la historia, lo cual es vital, porque si un cuerpo de este tamaño llegara a golpear la Tierra, podría destruir una ciudad entera. Los dinosaurios no tenían defensa contra los asteroides porque nunca tuvieron una agencia espacial. Pero, a través de Hera, nos estamos enseñando a nosotros mismos lo que podemos hacer para reducir este peligro y hacer que el espacio sea más seguro».