Comenzó como una lejana posibilidad de 1%, para aumentar el 18 de febrero pasado a 3%, y el miedo por el choque con la Tierra del asteroide 2024 YR4 empezó a convertirse en tema mundial. Sin embargo, la ESA (Agencia Espacial Europea), apoyado por el Very Large Telescope de Atacama en Chile, están descartando cualquier posibilidad de impacto.
El asteroide 2024 YR4, que se estima que tiene entre 40 y 90 metros de diámetro, fue descubierto a finales de diciembre del año pasado en una órbita que podría provocar su colisión con la Tierra el 22 de diciembre de 2032.
Pero, ¿por qué un día crece la posibilidad de impacto y después baja casi nuevamente a cero?:
Este ascenso y descenso de la probabilidad de impacto del asteroide sigue un patrón esperado y comprendido. Para saber dónde estará el asteroide en 2032, la comunidad científica extrapola a partir de la pequeña parte de la órbita medida hasta ahora. El astrónomo de ESO, Olivier Hainaut, hace una analogía: «Debido a las incertidumbres, la órbita del asteroide es como el haz de luz de una linterna: cada vez más ancha y más borrosa en la distancia. A medida que observamos más, el haz se vuelve más nítido y estrecho. La Tierra estaba cada vez más iluminada por este rayo: la probabilidad de impacto aumentaba«.
Las nuevas observaciones del VLT, junto con los datos de otros observatorios, han permitido a la comunidad astronómica restringir la órbita lo suficiente como para descartar un impacto con la Tierra en 2032. «El haz más estrecho ahora se está alejando de la Tierra», declara Hainaut. En el momento de escribir este artículo, la probabilidad de impacto informada por el Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la ESA es de alrededor del 0,001% y el asteroide ya no encabeza la lista de riesgo de la ESA.
La gente de la Agencia Espacial Europea además está haciendo una advertencia: hay que cuidar la oscuridad de los cielos para que siga siendo posible hacer pronósticos certeros.
«Desafortunadamente, los mismos cielos prístinos y oscuros de Paranal que hicieron posible estas mediciones cruciales están actualmente amenazados por el megaproyecto industrial INNA de AES Andes, una subsidiaria de la compañía eléctrica estadounidense AES Corporation. Se prevé que el proyecto abarque un área similar en tamaño a la de una pequeña ciudad y se ubique, en el punto más cercano, a unos 11 km del VLT. Debido a su tamaño y proximidad, el INNA tendría efectos devastadores en la calidad de los cielos de Paranal, especialmente debido a la contaminación lumínica de sus instalaciones industriales. Con un cielo más brillante, los telescopios como el VLT perderán su capacidad de detectar algunos de los objetivos cósmicos más débiles».