Aunque no se trata de un hecho hostil de parte de Rusia ni una represalia por la invasión a Ucrania, lo cierto es que dos ingenieros espaciales estadounidenses se encuentran encerrados en Moscú sin posibilidad de escapar hasta mediados de 2022.
En noviembre de 2021, William Brown (36) y Ashley Kowalski (32) se confinaron por ocho meses en una cápsula, que recién podrán abandonar en julio. Todo a propósito de un experimento de la NASA que simula una misión fuera de la órbita terrestre, denominado Sirius 21.
Los especialistas conviven con tres colegas rusos y un emiratí, y el único contacto con el exterior se da por correos electrónicos, que viajan a través de un servidor seguro. Según la agencia espacial vía Daily Mail, el grupo recibe diariamente “gotas de noticias” y está “bien informado” sobre la contingencia.
En la NASA aseveraron al periódico británico que planean continuar con la misión, incluso luego de que la Casa Blanca pidiese a los ciudadanos estadounidenses salir “de inmediato” de Rusia. “No está claro si la tripulación conoce el aviso emitido el 27 de febrero”, teorizó el medio.
La misma versión señaló que Brown tiene experiencia militar, en logística y empresas contratistas del mismo rubro, además de la ingeniería de software. Su compatriota Kowlaski viene de trabajar en la Aerospace Corporation de California.
La cápsula está emplazada en un edificio de la época soviética ubicado a las afueras de la capital rusa y dentro de ella el grupo “se someterá a pruebas diarias para medir cómo sus cuerpos y mentes se enfrentan al aislamiento y a las limitaciones físicas”.