Bob Behnken y Megan McArthur son un matrimonio particular. Ambos son astronautas de la NASA, tienen un hijo que cumplirá siete años y en breve compartirán un hecho inusual: serán la primera pareja de astronautas casados en pilotar la misma nave espacial, incluso en el mismo asiento.
“Es algo divertido que compartimos, puedo burlarme y decirle a mi esposo: ‘¿Me das las llaves? Tengo que irme’”, bromeó McArthur en una entrevista con medios de comunicación.
La astronauta, de 49 años, partirá con rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) el próximo viernes 23 de abril en la segunda misión tripulada de la NASA operada por SpaceX, Crew-2.
En mayo pasado, su marido, el astronauta Bob Behnken de 50 años, hizo historia como parte de la tripulación Dragon Crew, que comandó la primera misión de la NASA operada por una empresa privada.
Behnken voló a bordo de una cápsula Dragon en compañía de Doug Hurley. Ambos pasaron nueve semanas en la EEI antes de regresar a la Tierra en la misma cápsula, que amerizó en aguas del golfo de México en agosto pasado.
El reencuentro entre la pareja duró apenas unos días, pues McArthur tuvo que dejar su casa y reportarse para el entrenamiento de la misión que partirá en el viernes.
“Le dimos unas dos semanas para recuperar sus piernas tras su estancia en el espacio y luego me fui”, dijo McArthur al portal Insider.
La astronauta partirá a las 5:49 a.m. (EST) en compañía de otros tres astronautas: Shane Kimbrough, de la NASA, Akihiko Hoshide, de la Agencia Espacial Japonesa, y Thomas Pesquet, de la Agencia Espacial Europea.
“Estamos listos y emocionados de partir”, dijo McArthur en una conferencia organizada por la NASA.
Su marido comparte la emoción. Probablemente la humanidad también estará atenta al lanzamiento.
Sin embargo, quien no comparte el mismo júbilo es Theo, el hijo de la pareja.
Su madre estará al menos seis meses en la Estación Espacial Internacional. En una charla informal, Theo dio el visto bueno a sus padres para partir bajo la condición de que él podrá acompañarlos en un viaje futuro.
“No sé si podemos hacer que eso suceda para él, pero ese es su plan”, dijo Behnken a la revista People.
El deseo de Theo podrá no ser una de las metas a corto plazo de SpaceX, pero sí forma parte de su visión a largo plazo.
La compañía, propiedad del excéntrico magnate Elon Musk, busca abaratar los viajes espaciales al punto que permitan la colonización de Marte.