La gran mayoría de los exoplanetas que se han descubierto se encuentran dentro de sistemas estelares muy similares a nuestro sistema solar: una (o a veces dos o más) estrellas en el centro, con planetas orbitando a una variedad de distancias. Pero investigaciones recientes han revelado algo muy inusual: lo que podrían ser dos exoplanetas compartiendo la misma órbita, que, de confirmarse, sería el primer descubrimiento de este tipo.
Los astrónomos utilizaron un conjunto terrestre llamado Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para investigar el sistema alrededor de la estrella PDS 70, ubicada a 400 años luz de distancia, con dos exoplanetas conocidos en órbita llamados PDS 70 b y c. Pero las observaciones de PDS 70 b identificaron una nube de escombros en su órbita que podría formar un planeta hermano que comparta la misma órbita.
«Hace dos décadas se predijo en teoría que pares de planetas de masa similar podrían compartir la misma órbita alrededor de su estrella, los llamados planetas troyanos o coorbitales. Por primera vez, hemos encontrado evidencia a favor de esa idea», dijo la autora principal Olga Balsalobre-Ruza del Centro de Astrobiología de Madrid en un comunicado.
Hay muchos ejemplos de cuerpos pequeños que comparten la órbita de un planeta en nuestro sistema solar, como los asteroides troyanos de Júpiter. Incluso hay asteroides que comparten la órbita de la Tierra. Pero los astrónomos nunca han visto troyanos fuera de nuestro sistema solar, y nunca han visto un planeta troyano aunque se ha teorizado que existen.
«Los exotroyanos [planetas troyanos fuera del Sistema Solar] han sido hasta ahora como unicornios: se les permite existir por teoría, pero nadie los ha detectado», dijo el coautor Jorge Lillo-Box, también del Centro de Astrobiología.
La relevancia de la nube de escombros que se encuentra en el sistema PDS 70 es que tiene una masa significativa (los investigadores estiman que la nube tiene alrededor del doble de la masa de nuestra luna), por lo que podría estar en proceso de convertirse en un segundo planeta. O incluso podría haber un planeta ya allí dentro del polvo.
«¿Quién podría imaginar dos mundos que compartan la duración del año y las condiciones de habitabilidad? Nuestro trabajo es la primera evidencia de que este tipo de mundo podría existir», dice Balsalobre-Ruza. «Podemos imaginar que un planeta puede compartir su órbita con miles de asteroides como en el caso de Júpiter, pero es alucinante para mí que los planetas puedan compartir la misma órbita».
Para obtener más información, los investigadores planean usar ALMA nuevamente en 2026 para observar el sistema y ver cómo el planeta y la nube se han movido en su órbita.
La investigación se publica en la revista Astronomy & Astrophysics.