Un nuevo telescopio quiere ganar atención mediática este 2022, se trata de ASTHROS (telescopio astrofísico estratosférico de la NASA para observaciones de alta resolución espectral en longitudes de onda submilimétricas), que flotará desde el Polo Sur para ver «asesinos de estrellas».
La NASA tiene la intención de volar el instrumento a una altitud de 130,000 pies (40,000 metros) a través de un globo más grande que un campo de fútbol, desplegándolo sobre la Antártida por un período de hasta cuatro semanas.
En lo alto de la estratosfera, ASTHROS observará longitudes de onda de luz que están bloqueadas por la atmósfera de la Tierra, en un rango llamado infrarrojo lejano. Su gran espejo mejorará la capacidad del telescopio para observar fuentes de luz más débiles y resolver detalles más finos de esas fuentes.
Muchos procesos contribuyen a la retroalimentación, incluidas las erupciones de estrellas vivas y las muertes explosivas de estrellas masivas como supernovas. ASTHROS observará varias regiones de formación estelar en nuestra galaxia donde tienen lugar estos procesos, creando mapas 3D de alta resolución de la distribución y el movimiento del gas. La misión también observará galaxias distantes que contienen millones de estrellas para ver cómo se desarrolla la retroalimentación a gran escala y en diferentes entornos.
«Es difícil explorar la retroalimentación desde donde se origina, a escala de estrellas individuales, hasta donde tiene un efecto, en la escala de las galaxias», dijo Jorge Pineda, investigador principal de ASTHROS en JPL. «Con un espejo grande podemos conectar esos dos».